El Jackie Pot

Según mi ilustre Abogado, el documento del pasado febrero desbarra, ni tiene consistencia y hace aguas por donde lo cojas. Nada se dice la instalación de terminales de juego y su necesaria autorización autonómica y nada más se refiere “a la instalación o apertura de locales presenciales”. ¿Y qué pasará ahora? Según mi estimado amigo, que no dejaba de mostrarse alarmado por “la que se puede montar”, se arriesgarán a instalar los Terminales; acto seguido, las Comunidades sancionarán; ONCE y SELAE recurrirán y perderán porque el informe de la Abogacía de febrero es un “auténtico desastre”.

Estimados lectores, nos encontramos quizás en el momento más decisivo de los últimos años. Se está decidiendo la injerencia o no en un modelo de negocio que ha sostenido una industria fructífera y rentable para la sociedad. El devenir está en manos de cómo se actúe. Nuestras asociaciones están y se les paga para dar la cara.

Otro capítulo tangencial que me atrevo a recordarles es el arma del Juego Responsable. SELAE y ONCE, estandartes del Estado, salvaguardas como deberían ser de la salud pública, pretenden asaltar el mercado con sus juegos haciendo caso omiso de su responsabilidad social. Este es un hecho decisivo que sólo puede rebatirse con la implicación total de nuestra Industria por una labor verdaderamente responsable y en un afán de comunicación que sea bandera del juego responsable. No es momento de relajarse. Exhibamos responsabilidad máxima como baluartes del auténtico Juego Seguro. Y reclamemos de una vez el ansiado y necesario Real Decreto de Comunicaciones Comerciales de las actividades de juego y juego responsable, aparcado quién sabe porqué hace ahora dos años (23 de marzo de 2015). Una tardanza que sólo nos está perjudicando, seguramente, en el beneficio estratégico de otros Juegos.