Si hay algo más sorprendente e inesperado, que una rebaja de impuestos, largamente demandada por la industria online, ha sido la idea, genial por otra parte, de impulsar exenciones fiscales del 50% sobre las tasas de juego, en la Ciudad Autónoma de Ceuta, así como en Melilla. Gracias Montoro, te estaremos eternamente agradecidos.
Algunos titulares de tipo “Ceuta exigirá `presencia de medios humanos’ a las empresas del juego online, para pagar la mitad de impuestos”, nos desconciertan. ¿Medios vivos o muertos? Como lo de ¿recursos humanos o inhumanos? ¿A cuánto va el kilo de manager para Ceuta? Parece que digan, pon cualquier cosa ahí. Pero creo que no va a ser así. Lo último que hemos leído, es que las empresas tendrán que tener al 50% de su plantilla.
En los últimos meses no he ido más hablar de otra cosa. Pero de una forma curiosa. Mientras los propietarios y altos ejecutivos globales, ven la idea sumamente atractiva, para dar un vuelco a las maltrechas cuentas de explotación, los primeros responsables de las operaciones, no ven a Ceuta como un destino atractivo, ni para ir de vacaciones. Pero no por ello deja de ser un paraíso africano, aunque sea solo fiscal, en un territorio de 18,5 Km2 y de 85.000 habitantes.
A todo esto, el desconcierto es importante ¿Cuáles son las condiciones necesarias? Bueno, a parte de la rumorología, poca cosa más. Todos entendemos que la DGOJ irá aclarando las cosas a medida que sea requerida.
La historia del juego online nació y creció offshore, o como diríamos, allende los mares. Primero fueron Curazao, Costa Rica, Antigua & Barbuda, luego la reserva india de Kahnawake y Panamá y finalmente en Europa, Isla de Man, Alderney, Gibraltar y Malta. Mientras todo esto ocurría y las puntocom se llenaban los bolsillos de dinero, la gran mayoría de países europeos, que formaban parte del GREF (Gaming Regulators Forum), fueron incapaces de ponerse de acuerdo para regular el juego online. Únicamente, como suele ocurrir, el Reino Unido, siempre por delante de todos, permitió y reguló muy tempranamente, el juego online, incluso dejando que las empresas tuvieran infraestructura y personal en otros países.
De esta manera, las jurisdicciones offshore han crecido sin medida. Entre todas destaca Gibraltar, esa roca vacía, fea, pequeña, y llena de monos, que algunos envidian patrióticamente, donde no habría nada online, sino fuera por la fibra óptica enteramente suministrada por Telefónica de España. Solo hay que pasearse por su centro para ver como las empresas de juego se hacinan casi todas en un mismo edificio, el espléndido Europort (Prestigious Office Suites), donde encontramos puerta con puerta, en una suerte de Montepinar de “La que se avecina” pero anglo-andaluz, a todas las más reconocidas multinacionales del juego remoto: “chiquillo, give me a break!”.
H2 Gambling Capital estima en 3.000 los puestos de trabajo del sector del juego, existentes en la Roca. No es fácil establecerse en Gibraltar, solo los grandes lo hacen (Tier 1) y sus rebajas fiscales son espectaculares. Ah eso sí, el ancho de banda de la fibra de Telefónica, se revende multiplicado por diez, lo que no está al alcance de los pequeños.
Como dice Juanzo, un reconocido experto en poker, lo único que necesita España en Gibraltar no es la anexión a la patria, sino colocar una estafeta de la Agencia Tributaria y empezar a cobrar impuestos. No es lo mismo, pero se parece a la propuesta de Montoro. La Agencia recaudará en Ceuta a las empresas, que se marchen de Gibraltar (y de la península), en el actual momento propicio en que el Brexit, está debilitando su posición de “infierno” fiscal.
Cuando trabajaba en Gamesys teníamos gente de primer nivel, destacada en cada jurisdicción, por penosa que fuera. Y es que como todos sabemos, no hay trabajo más importante para un operador, que no se le caiga la licencia.
Necesitamos certidumbre, seguridad jurídica y facilidades, de las autoridades locales, tal y como exigía recientemente el Colegio de Economistas de Ceuta.
Mientras muchos esperarán, a que se construya el AVE hacia Ceuta, -y por qué no, si hay uno que va a la Meca- nosotros pensamos, que ha llegado el momento de hacer las maletas. Personalmente, me estoy ofreciendo para semejante aventura. Alguien tiene que dar el primer paso. Pronto, una nueva clase pija de inmigrantes, partirá desde la península hacia África, sustituyendo la patera por el Ferry, buscando sino el sustento, al menos, la rentabilidad de sus cuentas, cosa inexistente en las latitudes de donde provienen. Al tiempo.