El presidente de honor de EUROMAT y asesor de COFAR hoy ha querido compartir con todos nosotros un artículo de máxima actualidad: El hacking de teléfonos de políticos.
Este asunto escabroso nos ha recordado la presentación sobre este tema que realizó el propio Antoja en el Congreso de ANESAR de 2014, orientada al juego online.
Con el tema en todo su esplendor, Eduardo Antoja ha escrito un pequeño artículo al respecto, que ofrece a los lectores de INFOPLAY en exclusiva.
PROTECCIÓN Y SEGURIDAD
En el Congreso Nacional de ANESAR 2014, el 16 de diciembre, hice una presentación que titulé “Protección y Seguridad – Cómo espiar una tableta por menos de 100 €” No me limité a explicar cómo “hackear” una tableta o un teléfono móvil, sino que hice una demostración práctica hackeando mi propio iPad con un programa comercial disponible en Internet.
Mi charla iba enfocada a los riesgos del juego online y el acceso a datos bancarios y personales, aunque en estos días ha saltado a los medios por otro tipo de intereses. En cualquier caso, creo que es oportuno hacer algunas precisiones y aclaraciones a lo que se está contando de Pegasus, para que todos nos protejamos un poco más.
Si el lector me presta su móvil o su tableta tres minutos, sólo tres, le instalo un programa oculto de vigilancia que enviará todos los datos, todas la transacciones, incluso todas las pulsaciones, a una base de datos… ¡mía! No es pues solamente un programa lo que hay que comprar, es un servicio, cuyo coste depende del nivel de espionaje y de la facilidad de instalación.
Queda claro que si yo tengo acceso físico al smartphone puedo instalar fácilmente el programa de espionaje. Pero ¿y si no tengo acceso físico? Entonces dependerá de si el propietario del dispositivo usa algún sistema de almacenamiento en la nube y el grado de seguridad con que lo tenga configurado. En este sentido, los dispositivos Android son más seguros que los iOS (Apple).
Existen varios programas y servicios fácilmente obtenibles en Internet. Los más populares son iKeyMonitor, ClevGuard y SpyTrac, todos ellos muy económicos y orientados, según manifiestan sus creadores, a la protección de los menores.
¿Por qué, entonces, Pegasus es tan caro?
La compañía que desarrolló Pegasus utiliza vulnerabilidades de los sistemas de mensajería más populares para “colarse” en nuestro terminal antes de que la vulnerabilidad sea detectada y corregida. Pensemos que cada día se añaden a WhatsApp, Telegram, Signal, Twitter, Facebook… nuevas funcionalidades y, al implantarlas, pueden no estar suficientemente probadas y crear, de forma no intencionada, caminos para entrar en nuestros móviles o tabletas y modificar la configuración o introducir programas maliciosos.
Hay en el mundo miles de hackers que se dedican a buscar estas vulnerabilidades. Cuando encuentran una, tienen dos opciones: vender la información al fabricante del programa que tiene el problema, por unas decenas o incluso centenas de miles de euros; o bien vendérsela a un fabricante de programas de espionaje, que paga mucho más. Porque esta vulnerabilidad, que será efímera, será la que le permitirá cargar sin contacto físico y, a menudo, sin síntomas visibles, el programa espía en nuestro smartphone.
¿Cómo puedes protegerte?
No abras nunca un mensaje ni responda una llamada que venga de un número de teléfono que no identificas; sea SMS, correo electrónico, WhatsApp o cualquier otro sistema de mensajería. Y, sobre todo, si te llaman desde un número que no identificas y no te dan tiempo a responder, ni se te ocurra devolver la llamada para saber de quién venía.
Y, por supuesto, no le prestes tu terminal a nadie, ni compartas tus contraseñas ¡ni contigo mismo!
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