Otro nuevo estudio financiado por La Caixa revela el problema del “fácil acceso” de las loterías, rascas y quinielas “ya que se trata de juegos muy consolidados culturalmente”,
Se trata de un estudio 'La adicción a los juegos de azar en la adolescencia: Apuestas, tecnologías y consumo de drogas', liderado por Chóliz Montañés y Marta Marcos Moliner, investigadores de la Universidad de Valencia.
Los datos se recogieron en 2019 entre 1.934 escolares de ESO, bachiller y ciclos formativos de 26 centros de la Comunidad Valenciana. El trabajo señala que, a pesar de que la legislación española permite participar en juegos de apuestas y azar sólo a los mayores de 18 años, los menores participan, entre otros, en lotería presorteada (49,58%), quinielas (40,38 %), y loterías (39,05%), ya que se trata de juegos muy consolidados culturalmente y de fácil acceso.
Además, desde hace unos años, los juegos tradicionales se han añadido los juegos en línea. Así, las apuestas deportivas se han convertido en el tipo más frecuente (53,29%) tanto en chicos como en chicas, aunque la diferencia por género (42,33% frente a 10,96%, respectivamente) vuelve a ser "muy notable".
Según evidencia la investigación, la coexistencia entre adicción al juego y el consumo de sustancias (lo que se denomina comorbilidad entre adicciones) es muy común.
Así, mientras que entre las personas que no padecen esta adicción sólo el 14% consume alcohol semanalmente, el porcentaje asciende al 41% entre quienes padecen adicción al juego. El patrón se repite también con el consumo de tabaco y marihuana: mientras que el 13% y el 7% de los que no tienen adicción al juego consumen estas sustancias, respectivamente, estos porcentajes ascienden al 39% y 35% entre los que sí.
Por otra parte, de acuerdo con la investigación, la comorbilidad entre adicción al juego y los videojuegos o las tecnologías es baja probablemente debido a que la adicción al juego compromete todos los recursos de la persona adicta, y apostar se convierte en el núcleo central que dirige su vida.
Los resultados de este trabajo, en los que se evidencia la problemática de esta clase de dificultades en los adolescentes, sugieren la necesidad de desarrollar e implementar programas de prevención de la adicción al juego que estén basados en la evidencia, como el programa Ludens de prevención universal de adicción al juego que ha sido desarrollado en la UV en colaboración con el Servicio de Adicciones del Ayuntamiento de Valencia.
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