Ayer, CIRSA emitía un comunicado sobre los resultados del tercer trimestre del año donde recorta un 43% las pérdidas que anotaba en el mismo periodo del año pasado, un ejercicio impactado de lleno por la pandemia.
En la senda de la recuperación, CIRSA ha incrementado sus ingresos de explotación un 17% en comparación con los nueve primeros meses del año pasado. Cirsa ha facturado hasta setiembre 739 millones de euros, 335 millones solo en el tercer trimestre.
Los beneficios operativos (aquellos que no tienen en cuenta los impuestos y tasas que se aplicarán a posteriori) se han situado en los 210 millones de euros, en este periodo. La cifra supone casi triplicar el volumen del año pasado, un logro que se asocia a las menores restricciones de la pandemia, el mayor número de horas operativas de sus salas de juego y a los planes de contingencia y comerciales aplicados. En este caso, los meses entre julio y setiembre han supuesto casi la mitad de estos más de 200 millones.
De hecho, Cirsa ha precisado que en el tercer trimestre del año las horas operativas ascendieron a un 89%, frente al 62,4% registrado en el segundo trimestre del año.
Por su parte, Sportium logró alcanzar un nivel de actividad similar al de un ejercicio convencional, gracias a un importante crecimiento en el canal digital, así como la normalización de horarios de apertura de los puntos de venta.
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