El reconocido abogado y politólogo Germán Gusano Serrano ha respondido magistralmente a las interrogantes planteadas por nuestra editora, Jacqueline Mecinas, en torno a la actual percepción social del sector del juego presencial. Como ya nos tiene acostumbrados, su análisis está compuesto por observaciones desde una perspectiva amplia con respuestas inteligentes, críticas y constructivas.
No se pierdan estas píldoras de inteligencia y análisis que parten de un conocimiento amplio del sector y de las artimañas políticas más sutiles y, también, descaradas.
A continuación, compartimos la primera parte una nueva entrevista a Germán Gusano Serrano.
Jacqueline Mecinas. ¿En qué momento está el sector del juego presencial en cuanto a su percepción social?
German Gusano Serrano: En general, presenta una buena percepción. Los datos sobre participación han disminuido, pero por circunstancias ajenas al consumidor y derivadas del confinamiento sanitario. Es notorio que han proliferado críticas ideológicas centradas en originar problemas donde no los hay o, al menos, no existen con la intensidad que dibujan. Estos enfoques negativos han activado una alarma social y se apoyan fácilmente en los medios de comunicación y en la sociedad civil debido a sus guiones dramáticos y representaciones abusivas. Estos ideólogos y la propia industria conocen la realidad, pero el ciudadano medio no. Hay que tener claro que siempre van a existir colectivos contrarios al desarrollo de cualquier actividad y van a intentar extender su visión con buenas o malas artes. Además, este contexto ha incrementado el interés del juego público en ganar cuota de mercado. Respecto a ellos y sus prácticas, el juego privado sufre una clara falta de equidad, que se consiente y que está cada vez más acentuada.
JM.- ¿Cree que se han realizado avances en la industria?
GGS.-Desde hace décadas existe una aparente tendencia de unidad, aunque no es real o es mal entendida. Ha ido aumentando el asociacionismo, en número y tipologías, al tiempo que no mejora su fortaleza. No se genera investigación ni conocimiento suficiente. Además, aunque existe una mayor conciencia social y se multiplican las acciones, se mantiene la confusión conceptual con lo que realmente es y representa la responsabilidad social y cómo se integra en la actividad empresarial, con sentido común y gestión estratégica. Hay que ser conscientes que las críticas existentes sobre la actividad suelen canibalizar rápidamente cualquier ejemplo de buenas prácticas empresariales. Fernando Prats solía repetir que el juego era un sector normal singular. Debe profundizarse en el conocimiento de esa singularidad desde todos sus prismas para avanzar socialmente con pasos más firmes.
JM.- ¿Por qué cuesta tanto alcanzar la paz social en el juego?
GGS.- Siempre existen modelos de poder que pretenden recortar la libertad engendrando temores. Aprovechando la polarización crean artificialmente amenazas y atmósferas de miedo en torno al juego con tintes totalitarios, usándolo como arma de dominación política y control social. Construyen problemas y desconfianzas, señalando a unos supuestos culpables y la urgencia para protegerse de ellos. Al estar muy vinculados a medios de comunicación y al sistema propagandístico, lo transmiten instantáneamente para colarlo en la opinión pública y, en consecuencia, en las agendas políticas. No se contrastan las fuentes ni los hechos para evitar que la realidad estropee unas impactantes noticias. Lo esencial es crear conflictos para rellenar diariamente sus intervenciones y los enfrentamientos.
Como el temor es una emoción que suele inmovilizar, quieren impedir que tomemos decisiones con naturalidad. El miedo nos hace a todos susceptibles de ser dominados, subyugados por los que poseen la capacidad de generarlo. Es un problema irresoluble. Esas trabas ideológicas siempre van a existir y el principal objetivo debe ser reducir al máximo esos intentos de engaño y manipulación, mediante información y conocimiento. Se está haciendo proselitismo sobre el juego privado, marcándole como un sector oscuro y dañino, pero, lo realmente perjudicial, son esos prejuicios desfasados, desinformados y desproporcionados.
JM.- ¿Qué buenas acciones o qué políticas acertadas cree que se han llevado a cabo en ese terreno?, ¿cuáles destacaría?
GGS.- Existen varias enfocadas a la formación, a la educación y a la sensibilización. Tus recientes premios de “Juego Responsable y RSC” muestran claros ejemplos, caso del plan de formación de ANESAR o el novedoso y ambicioso proyecto FES de la Plataforma para el Juego Sostenible. Expresan que lo fundamental es entender el entorno, analizar los riesgos y establecer unas metas claras en cuanto a unos destinatarios. Promueven una autorregulación y se adaptan al cambio de una forma planificada. Han generado alianzas estratégicas sustentadas en el conocimiento para ser más eficientes en la asignación y distribución de los recursos, así como en la rendición de cuentas. Este tipo de medidas o programas son clave para desarrollar dinámicas orientadas a la transparencia, a la calidad, a la prevención y a la consecución de la excelencia. Constituyen un buen contrapeso para suavizar y reconducir políticas públicas restrictivas.
FIN DE LA PRIMERA PARTE
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