En los últimos días, al ya de por sí dificultoso proceso de regulación del juego en Brasil, se le ha añadido una interesante confrontación entre dos actores de peso. Analizamos la inesperada petición de los clubs de fútbol de incrementar sus ingresos y la contundente respuesta del IBJR, el Instituto Brasileiro de Jogo Responsavel. Un conveniente debate que nos sirve para comprender lo mucho que está en juego en esta clase de debates.
En los últimos días, al ya de por sí dificultoso proceso de regulación del juego en Brasil, se le ha añadido un interesante confrontación entre dos actores que tienen mucho peso específico en todo lo que tiene que ver con el Proyecto de Ley que pretende regular las Apuestas deportivas y que va a ser el eje sobre el que se vertebre la legalización del juego en internet.
Los protagonistas: los
clubes de fútbol liderados por la
Confederação Brasileira de Futebol (CBF) y los
operadores, con el
Instituto Brasileiro de Jogo Responsavel (IBJR) como portavoz. Dos entidades que aparentemente no deberían andar a la gresca ya que durante meses llevamos viendo descomunales inversiones de patrocinio de los operadores en los clubes y competiciones de Brasil.
¿Qué piden los clubes de fútbol?
Los clubes de fútbol más importantes del país, incluyendo los más conocidos de Río de Janeiro y São Paulo (Flamengo, São Paulo, Corinthians, Bahia, Vasco, Botafogo, Fluminense, Santos y Palmeiras) mediante carta primero y en una reunión con el Ministro de Hacienda, se quejan de su escasa participación en el debate sobre los aspectos clave de la Ley 13.756/2018, sancionada por el ex presidente Michel Temer.
Un texto en el que se fija una cuota del 1,63% de los ingresos generados por el Estado como pago directo a los clubes deportivos brasileños a cambio de ceder los derechos de uso de sus denominaciones, marcas, logotipos y similares para la promoción de los operadores de apuestas.
Se sabe ya que los clubes desearían aumentar ese porcentaje hasta un 4%, lo que supondría un importante reajuste en las partidas de ingresos de dos docenas de instituciones y organismos públicos.
Es decir, en el enrevesado escenario del debate y avances de la regulación de las apuestas deportivas en Brasil, aparece la
CBF (Confederação Brasileira de Futebol) como una nueva entidad que abre un nuevo frente y presumiblemente retrasará aún más todo el proceso. En una petición que nos recuerda al eterno debate sobre el % que debía recaudar el fútbol español de la Quiniela y al más reciente de la explotación del derecho de imagen de futbolistas y clubes en videojuegos como FIFA, PES o UFL.
La contundente respuesta del Instituto Brasileiro de Jogo Responsavel
El
Instituto Brasileiro de Jogo Responsavel (IBJR) argumenta que la adhesión a las pretensiones de los clubes supondría forzar la situación, debilitar a las empresas que deben afrontar enormes inversiones y pagos de licencias y quizás poner en peligro los enormes ingresos que desde ya mismo están recibiendo los clubes por patrocinios de los operadores del sector, incluso antes de contar con una Regulación definitiva.
Esta actitud de "estirar la cuerda" de los clubes "que buscan un aumento en la remuneración de las apuestas deportivas por el derecho de uso de imagen" pondría en peligro la propia supervivencia del sector regulado, donde los operadores ya han sido informados que tendrán que pagar una licencia de 30 millones de Reales y que únicamente será válida por cinco años.
Firmada por el presidente de la entidad, André Gelfi, el documento que se puede consultar
AQUÍ defiende la posición del IBJR con datos, proyecciones y mejores prácticas internacionales sobre el tema, expresando un total desacuerdo con la petición de los clubes de fútbol de sus ingresos por el uso de derechos de imagen a las casas de apuestas deportivas.
El IBJR afirma que existirían únicamente dos alternativas para hacer viable este aumento de lo que percibirían los clubes y ambas no serían adecuadas. Una de ellas sería la reducción de la asignación destinada al Estado y la otra, la reducción del ingreso de las empresas operadoras.
Conveniente debate a la luz de un contexto
No hace falta esperar a ver quien se impone en este debate para darse cuenta del desatino en este desafío. Los argumentos por ambos lados son lógicos y en la mayoría de procesos similares ha habido discusiones de este tipo centradas en el reparto de los ingresos.
Lo que sorprende es que se haya hecho público y que dos actores destinados a entenderse y cooperar se confronten con apenas 48 horas de diferencia al anuncio del acuerdo entre la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y el operador de apuestas líder del mercado,
Betano para que ésta de nombre a la segunda división del Serie B, que pasará a denominarse de forma oficial Série Betano 2023.
En todo caso, consideramos que con esta polémica se pone de manifiesto 3 cosas interesantes;.
1) Demuestra que
muchos lobbies, incluídos los grupos religiosos que tan vehementemente se opusieron al proceso en época de Bolsonaro, tienen perdida la batalla y aún antes del mercado regulado, la industria de marketing y patrocinios del sector es ya millonaria. Ciertamente la Ley va a exigir mucho a los operadores pero tambien se ha definido un reparto equitativo del dinero recaudado a instituciones de todo tipo, lo que explica que lobbies como el religioso o el deportivo (hay una importante contribución social prevista en la Ley 13.756/18 para el deporte en general) no hayan tenido protagonismo ya en estos últimos meses.
2) La industria del fútbol tradicional (clubes, representantes, asociaciones de jugadores o instituciones públicas deportivas) saca pecho de poder cerrar patrocinios con los operadores incluso en la antesala del inicio del mercado regulado y cuando no existen licencias. Además, con patrocinios extremadamente altos a nivel de inversión.
En este escenario, como sucede en Argentina y México, los patrocinios abarcan múltiples objetivos: desde ex-futbolistas a modo de embajador, hasta patrocinios con clubes, pasando por acuerdos con patronales y organizaciones públicas y privadas que dirigen regulan colectivos como árbitros, competiciones, futbolistas o clubes.
De hecho, las empresas del sector de las apuestas online son ya responsables de gran parte de las ingresos de marketing de los clubes. Por ejemplo, en la Primera División del fútbol en el país, el Brasileirão 2023, por ejemplo, solo el
Cuiabá no tiene una asociación comercial con una marca de apuestas y clubes como
Fluminense (Betano),
Santos (PixBet) o
São Paulo (Sportsbet.io) reciben ingresos récord merced a patrocinios de estos tres operadores.
En la Serie B, la segunda división, todos los equipos participantes ya tienen una asociación con casa de apuestas. Por último, el 65% de los equipos de la Serie C cuentan con patrocinio de alguna casa online.
3) Tras la argumentada y rápida respuesta, se demuestra que que el
Instituto Brasileiro de Jogo Responsavel actua de facto como patronal de la mayoría de operadores que parten con ventaja de conseguir licencias. En todo caso, también se revela una división imporrtante entre los operadores que forman parte de esta asociación (bet365, Betfair, Betsson, Betway, Entain, KTO, Netbet, Rei do Pitaco y Yolo Group) y las que no lo están (Betano, Pixbet, Sportsbet).
André Gelfi como presidente del instituto
Instituto Brasileiro de Jogo Responsavel representa operadores con vocacion internacional, mientras que los citados liderados por Betano son operadores que apuestan por una inversión masiva en publicidad como ya demostraron con el patrocinio del Mundial de Qatar 2022 por parte de
Betano en la que fue el primer gran acuerdo entre una casa de apuestas y la FIFA.
Una división que podría hacer daño al proceso de regulación y a la viabilidad del sector ya que se apuntan dos formas de trabajar bien distintas y dos divisiones a nivel estratégico y de inversión marketing. Hablaremos de este tema en nuestro próximo
ESPECIAL INFOPLAY sobre el MERCADO REGULADO DE BRASIL.
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