El Gobierno de Navarra ha decidido excluir a los locales de juego de las ayudas LEADER, un programa destinado a fomentar el desarrollo rural y local.
La justificación oficial de esta exclusión se basa en la intención de priorizar iniciativas que promuevan el bienestar social y el desarrollo sostenible. Sin embargo, esta visión unilateral ignora las realidades económicas de muchas comunidades, donde los locales de juego son una fuente importante de empleo y actividad económica. Al relegar a este sector a un segundo plano, el Gobierno no solo está desestimando su importancia, sino que también está cerrando las puertas a la posibilidad de que estos establecimientos contribuyan a proyectos comunitarios que pueden generar un impacto positivo.
Es alarmante que, en un momento donde se necesita la reactivación económica tras los estragos de la pandemia, se opte por excluir a un sector que, con la regulación adecuada, podría ser un aliado en la recuperación.
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