Estarán con nosotros en que cuando Araceli García habla siempre esperamos que nunca sea equidistante. Con su voz fuerte, sentencia y catapulta mensajes que siempre dan en lo mollar. Una vez más, durante la Operación Salón celebrada en Sevilla, no nos defraudó.
Durante el reciente encuentro de la mesa redonda de la Comisión de Seguimiento de la Operación Salón, Araceli García, presidenta de ANDESA, expuso los principales desafíos que enfrenta el sector del juego privado en España. Entre ellos, destacó la lenta recuperación económica tras el impacto del COVID-19, agravada por el desconocimiento generalizado hacia esta industria y la percepción negativa que enfrenta frente al juego público.
Araceli García lamentó que el juego privado sea etiquetado como el "juego malo", mientras que el público es percibido como el "juego bueno". Además, criticó la limitación publicitaria impuesta al sector privado, una restricción que, según ella, no afecta al juego público, a pesar de estar ante un sector empresarial cumplidor y regulado.
En territorios como Andalucía, donde los salones de juego operan durante todo el año, García destacó que la mayoría de los ciudadanos no tienen problemas relacionados con el juego. Sin embargo, advirtió que esta realidad no se refleja en la percepción social, que sigue fomentando la implementación de mayores restricciones para la industria privada.
Además del estigma social, Araceli García alertó sobre un problema creciente: los robos de máquinas de juego en salones y establecimientos de hostelería. “Ahora se llevan las máquinas y las instalan en locales no autorizados, que no pagan impuestos por ellas”, denunció. Este tipo de delitos no solo perjudica a los salones, sino que también afecta significativamente al sector de la hostelería, creando un impacto económico negativo y socavando los esfuerzos del sector por operar bajo un marco legal y responsable.
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