El apagón eléctrico sufrido en la jornada de ayer ha tenido un impacto devastador en los establecimientos de juego en toda España, generando una pérdida estimada de más de 100 millones de euros en volumen de juego, y cerca de un millón de euros en tasas que el Estado ha dejado de ingresar de forma directa. Así nos lo confirma en exclusiva PEPE VALL, PRESIDENTE DE ANESAR.
“Ha sido una situación inédita. Estuvimos en vilo durante más de 14 horas con locales inactivos, sin posibilidad de cerrar persianas, sin conexión a las alarmas, y con las comunicaciones completamente bloqueadas”, nos ha explicado Vall.
La imposibilidad de contactar con los responsables de los salones agravó la situación. En algunos casos, se temió por posibles actos vandálicos o robos ante la falta de sistemas de seguridad operativos. Además, más de 18.000 personas de plantilla se vieron afectadas, con los correspondientes costes laborales, mientras se intentaba salvaguardar los equipos, el efectivo y la integridad de los locales.
Durante la noche, muchos operadores se vieron forzados a cerrar persianas manualmente, retirar fondos y vigilar los establecimientos sin herramientas digitales. “No teníamos ni conexión con los servidores, que han quedado desconfigurados en muchos casos”, señaló el presidente de la patronal.
Esta mañana, aunque comienza a recuperarse la normalidad, la reapertura será laboriosa, ya que es probable que muchas comunicaciones deban ser reconfiguradas y que persistan problemas técnicos en la recuperación de datos en tiempo real.
"Ha sido un golpe durísimo para un sector que opera bajo estrictos controles y que necesita garantías de seguridad y estabilidad tecnológica. Esperamos que esta situación sirva para reforzar nuestros protocolos ante contingencias de este calibre", nos comenta Pepe Vall.
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