Una abrumadora mayoría de apostadores británicos advierte que un aumento de los impuestos al juego podría provocar una migración masiva de clientes al mercado negro.
Según una nueva encuesta realizada por YouGov para el Betting and Gaming Council (BGC), el 65% de los jugadores regulares considera probable que una subida fiscal los empuje hacia plataformas de apuestas no reguladas, que operan fuera del sistema legal y no pagan impuestos.
La advertencia llega en un momento especialmente sensible: el Tesoro del Reino Unido ha abierto una consulta pública sobre una reforma sustancial del sistema tributario del juego online. La propuesta, titulada "The Tax Treatment of Remote Gambling", plantea unificar los distintos tipos impositivos aplicados actualmente al juego remoto, lo que ha generado inquietud en sectores como las apuestas deportivas y las carreras de caballos.
El BGC ha advertido que cualquier incremento impositivo podría tener un efecto devastador sobre los consumidores, la industria y deportes que dependen económicamente del juego legal. “Este dato es una llamada de atención para el Gobierno”, declaró Grainne Hurst, CEO del BGC, quien añadió:
“No recaudará más, solo desplazará a miles de clientes del entorno regulado, con sus estándares de protección, al mercado negro, que es ilegal, inseguro y completamente desregulado.”
Hurst alertó también del impacto potencial sobre la hípica británica, que ya atraviesa dificultades financieras y que recibe alrededor de 350 millones de libras anuales del sector regulado a través de patrocinios, derechos de retransmisión y el Levy. Otros deportes como el fútbol, el rugby, el snooker o los dardos también dependen en gran medida de este apoyo económico.
La encuesta preguntó a los participantes qué tan probable veían que los clientes recurrieran a sitios de apuestas no regulados si las apuestas deportivas, como las carreras de caballos, se encarecieran por una subida de impuestos. Solo el 23% consideró improbable esa deriva hacia el mercado ilegal, frente a un 65% que lo vio probable o muy probable.
Según un estudio reciente encargado por el BGC, alrededor de 1,5 millones de británicos apuestan anualmente en plataformas ilegales, generando hasta 4.300 millones de libras en apuestas fuera del sistema regulado. Estas plataformas no contribuyen fiscalmente, no financian el deporte y captan a jugadores vulnerables, incluidos aquellos que se han autoexcluido voluntariamente del juego legal.
El sector regulado, en contraste, sostiene 109.000 empleos en el Reino Unido, aporta 6.800 millones de libras al PIB y recauda más de 4.000 millones en impuestos. Además, según el NHS, solo un 0,4% de los adultos se considera jugador problemático, lo que según el BGC demuestra que el actual modelo de juego legal y supervisado funciona en términos de protección.
En medio del debate fiscal, la industria del juego insta al Gobierno a reflexionar sobre el riesgo de provocar un efecto contrario al deseado. “Golpear con más impuestos a los apostadores es incompatible con una estrategia de crecimiento”, concluyó Hurst, “y podría desencadenar una espiral de declive para deportes como la hípica”.
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