GRAN Choque dialéctico entre Prats y Campos quien consiguió esta frase del Regulador: "No me niego a planificar; me tendrán que convencer"

Respecto a cómo hay que hacer la planificación, pregunta en el aire tras la intervención de Espinosa, Prats dejó claro que no se trata de aplicar la economía planficada tal como se entendió en la URSS (pero también con Franco y sus planes quinquenales), sino con libertad de mercado, porque se ha demostrado mejor para la vida digna de los países, como en los ejemplos de China e India.

No obstante según Prats hay que atender, en la línea de la intervención de Echaniz, los fallos del mercado. Se pueden planificar tamaños (en Madrid, nos dice, se dudó de la medida de los 150 metros antes de implantarse), distancias... Fernando fue claro hacia la postura del presidente de FEMARA, “Miguel es retórico, pero la retórica a veces puede ser manipulación”, y explicó que los casos de limitación del mercado referidos por Campos tenían utilidades claras: evitar desplome de precios en la leche, evitar esquilmar la pesca, no acabar con la rentabilidad en el caso delas farmacias... En el caso del juego, ¿para qué sirve el mínimo de distancia entre salones?

De nuevo recalcó que los números no hablan de burbuja en Madrid, si acaso hay “una burbujita de champán”, y que las CCAA con más contingentación no evitaron el crecimiento.

Susana Pastor Pons, Directora de Tributos y gestión del juego autonómica, es una referencia muy respetada en el sector y el ejemplo de su comunidad, Castilla la Mancha, se considera paradigmático de una buena planificación. El Consejo de Gobierno ha ido revisando con frecuencia la situación, pidiendo estudios y adaptándose para decidir el mecanismo de las concesiones según el contexto, algo clave para Pastor, que huye de fórmulas ideales.

La reguladora hizo en su intervención un recorrido completo desde 2007 a la actualidad, durante el cual por dos veces la preocupación por el aumento del juego no se correspondió con el crecimiento real posterior a causa de la crisis. En 2007 se suspendieron las concesiones, en 2009 se decidió no subir de 150 concesiones por año + bajas de periodos anteriores... En 2013 se empezó a pedir declaración responsable y se siguió controlando el crecimiento, aunque las máquinas continuaban en bajada.

A día de hoy su administración considera que se ha logrado el equilibrio, sin haber tenido que entrar de momento a planificar en locales de apuestas y casinos, ya que el número de esos negocios no es preocupante. “No creemos en el cierre del mercado, hay que abrirlo, y limitarlo solo por motivos imperiosos de interés general”. Otro objetivo para ellos, explica, es evitar la concentración solo en grandes núcleos, aunque sea lógica.

Juan Francisco Far de ACOMAM se lamentó, de acuerdo con García Campos, de una ruptura del equilibrio después de décadas de buena relación entre actores del sector dentro de una economía de mercado. Juegan casinos, bingos, salones y hosteleros, y hay que buscar un nuevo equilibrio, con especial protección a los últimos, los más vulnerables.

Habló de las bondades de la planificación para proteger empleo, impuestos, etc., y la necesidad de jugar con distintas intensidades y accesibilidades para armonizar. Si no hay un equilibrio, podría hasta “llegar a desaparecer el sector del juego”. Suena radical, pero si entramos en despidos en hostelería y pérdida de empleos indirectos, todo ese sistema de empresas pequeñas podría fallar según Far.

Y propuso un enfoque nuevo dentro del Congreso: “Hay quien dice que el bar debería aumentar sus máquinas de juego, nosotros creemos que es mejor que las salas de juego no quieran ser bares”. Y planificar para asegurar el futuro.


Juan Carlos Gálvez, vicepresidente de ACOMAR, se dedicó en su turno a explicar en detalle la posibilidad contraria: ¿y si no planificamos? Habló del libro “El hombre que cambió su casa por un tulipán”, sobre las burbujas y sus causas, que no son para Gálvez solo económicas sino también “politicas, sociales y psicológicas”.

Analizó el Vicepresidente los mercados tendentes a la burbuja: mucha liquidez, poco interés, un bien deseable y un momento de crecimiento económico, factores que llevan a una euforia del mercado y a la pasividad de los reguladores, que prefieren no tomar medidas impopulares en esas etapas de “síndrome” parecidas a las de manía en un paciente bipolar.

Además del trasvase de negocio de la hostelería hay una pérdida de rendimiento sectorial y según Gálvez “demasiada oferta” y previsión de que se abran más locales de los convenientes.

Todo invita a permanecer en guardia.


Las siguientes intervenciones de Prats y García Campos por alusiones fueron un auténtico partido de tenis. Prats había hecho una llamada de atención ante la “retórica” de García Campos, que insistía en pintar con colores preocupantes los números de Madrid, y García Campos concluyó que no era retórico, “sino estoico”. Por eso, explicó, estaba destacando por una virtud estoica: la paciencia.

Acusó al regulador de Madrid de “desenfocar el tema”. Insistió en el buen ejemplo de Castilla la Mancha y en el aumento de salones y negó la acusación al sector de “miedo a la competencia” en el discurso de los reguladores de Madrid y País Vasco: “No tenemos miedo, lo que no queremos es tener una mano atada a la espalda” mientras aparecen en el mercado, también en Madrid actores extranjeros, extra comunitarios, poco responsables.

Nadie quiere alarma, dijo Campos, o el sector estaría “dando patadas a la Administración en nuestro culo”, pero hay una bajada de la tributación y una “bonificación a los salones de juego”, mientras que en hostelería están en peligro unos 20.000 empleos directos y muchas pequeñas empresas enteras.

Prats insistió: “El lenguaje no es inocente”, y alarmar no conviene. Nadie quiere descontrol, dijo, “¿pero quién debe controlar, mercado o regulador? En Madrid creemos que, en principio, el mercado mejor”. Sí consideran importante regular cuando hay claro peligro, como por ejemplo en la bajada de los bingos, de 150 a unos 40. Y remató el argumento: “Los salones son el subsector al que mejor le ha ido. Y son los que hablan de planificación. Sorprendente”. "Yo no me niego a planificar pero me tienen que convecer"

Uno de los temas candentes del momento, la difícil competencia con los juegos estatales de ONCE y SELAE, con las dudas sobre los rasca y gana, si se trata de establecer terminales con juegos reservados o no. Preguntados tanto Prats como Pastor, el primero se decanta por estudiar en su momento qué tipo de juego se implantaría en esos terminales y Pastor alude al trabajo del Consejo de Políticas del Juego. Ambos sí subrayaron que son compentencias autonómicas.