Ayer fue sin duda uno de los días más emocionantes que he tenido en mi carrera como periodista. En mi otra vida, he entrevistado a grandes artistas, cineastas, actores, gente muy interesante, pero el vértigo y la alegría de ayer fueron para recordar siempre.
Tuve la oportunidad de hablar largamente con Alberto Garzón, un hombre realmente encantador con vocación de servir, honesto y atento. Créanme que está receptivo a escuchar y a conocer. Conocer sus empresas y nuestro sector. Tan grande disposición ha sido una grata sorpresa para mí.
Hace pocos años tuve también la oportunidad de entrevistar a Juan Carlos Monedero. Un hombre que políticamente se encuentra en el mismo espectro que Alberto Garzón. Pero su reacción ante la industria no fue la misma ni mucho menos. A Garzón le ha caído un ministerio importante con una tarea fundamental: regular la publicidad de juego online que salvajemente y, también, paradójicamente, ha minado la imagen del juego presencial.
Así se lo dije y él es consciente y también de que hay preocupación en el sector presencial. Pero, sinceramente, está empeñado en ordenar la publicidad y “en consensuar posturas con las comunidades autónomas y regular, también, la publicidad en las calles”, me dijo.
Más preocupante me resultó escuchar su titubeo a la hora de meter en el mismo saco al juego de SELAE y ONCE. “Algunos juegos se quedarán fuera”, me dijo. “¿Los Rascas, también?”, le pregunté. “Hay que estudiarlo”.
También le comenté que quizás sería más útil hacer un manual de estilo para los anuncios en los medios de comunicación. Y, sí, así pretende hacerlo. Además de cortar “la exposición de juego en Google, redes sociales o Youtube”, me aseguró con una sonrisa.
Intuyo que para él es un desafío, pero la realidad se impone. Internet es infinito y el juego ilegal está ahí agazapado para atrapar a los jugadores que querrán jugar sí o sí por muchas puertas que se pongan al campo y sin la seguridad de un entorno perfectamente regulado.
Pero también, Alberto Garzón quiere “conocer las empresas que crean trabajo, las empresas de la industria”, las que enriquecen las arcas públicas. “Como he dicho en mi discurso estoy interesado en todas las oportunidades de crear empleo”, me aseguró.
Pero yo creo que el marco es complicado y ayer ya se visualizó. ¿No han echado en falta más cobertura mediática al acto de Garzón de ayer? Pocos medios lo han dado y si acaso sus declaraciones sobre Venezuela en la rueda de prensa antes de la toma de posesión.
Sin duda, sus intenciones de restringir brutalmente la publicidad han calado entre la prensa. Que probablemente, como advertencia simulada, le sacarán con menos asiduidad en sus cometidos. Ayer y hoy ya se ha visto.
Yendo ayer hacia el ministerio en una conversación telefónica con algunos de mis colegas de la prensa escrita generalista, me contaron que las futuras restricciones de publicidad ya no sólo se circunscriben a radio y televisión sino también a la prensa escrita tal y como el Ministro les ha manifestado en las reuniones de la pasada semana. Esto ha soliviantado totalmente a las cabeceras de prensa más importantes que, al parecer, habrían animado ya un cordón sanitario periodístico.
Todo se pone difícil. Y mientras, el sector presencial aguanta chaparrones que otros han causado por una publicidad descontrolada, insultante y aberrante para cualquier sensibilidad. El daño que ha hecho 888 ahí está para la infausta historia del juego online.
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