Antes de nada pongámonos en situación. En mi intento por abordar el fenómeno de los tipsters o pronosticadores he publicado ya dos artículos.
El primero, a modo introductorio y
el segundo explicando el impacto que este fenómeno ha tenido en la industria online.
En esta tercera entrega me gustaría ser más ambicioso y relacionar la realidad de los tipsters en redes sociales con un actor con el que aparentemente no es fácil establecer nexos comunes; me refiero a los operadores presenciales, a los puntos de venta que marcas como Sportium, Codere, Betpoint, Kirolbet o GoldenPark tienen por casi toda nuestra geografía.
Y nuestro punto de partida va a ser
una entrevista de InfoPlay a Alberto Eljarrat en la que pudimos leer un titular más que llamativo: “El 40% de los usuarios que se registran en Sportium.es terminan apostando en nuestros puntos de venta físicos”. A pesar de que dicho porcentaje me parece demasiado elevado, me gusta acudir a dicha entrevista como punto de partida para introducir la tercera parte de esta saga
“El Boom de los Tipsters” ya que mi intención es tratar de desvelar algunas sinergias implícitas que se dan entre ambos protagonistas: los tipsters que arrasan en redes sociales ofreciendo pronósticos y
los salones físicos de apuestas deportivas.
Así pues, a continuación presento algunas de esas sinergias al mismo tiempo que señalo varias fortalezas que tienen los puntos de venta físicos y que hasta ahora no parecen demasiado explotadas a la hora de competir con los operadores online tales como bwin, bet365 o 888sport.
1) Internet no es el rival, es un aliado.
Afortunadamente quedan ya lejos los tiempos en los que la principal prioridad de los salones de apuestas era restringir la conexión a internet para evitar que sus clientes apostaran en páginas online. Creo firmemente que el operador presencial no debe tener temor alguno a que sus clientes usen sus dispositivos móviles. Y es que una conexión a internet puede servir mucho más que para que el usuario apueste en la competencia y además en otro canal (online). Como veremos a continuación con el papel de los Tipsters, puede servir para que nuestro cliente apueste más y pase mucho más tiempo en nuestro establecimiento.
2) La seguridad de ganar más y en efectivo.
Uno de los mensajes recurrentes de los tipsters en redes sociales es que ellos ganan mucho dinero apostando. Si esto fuera verdad, muchos de ellos habrían visto como sus cuentas en salas como bet365 tendrían restricciones. Así que es habitual que los tipsters nos muestren boletos apostados en salones de apuestas físicos. Es decir, a pesar de explícitamente promocionar salas online a través de contratos de afiliación, de forma implícita están comunicando que ellos apuestan en terminales físicos.
De esta forma y sin casi darse cuenta están dando a conocer las más evidentes ventajas competitivas del operador presencial: el cobrar en efectivo al instante y de forma inmediata, así como olvidarse del tema de la triple carga impositiva que tanto daño han hecho al sector del póker online.
Dicho de otra manera, el auge del “fenómeno tipster” nos ha dejado centenares de imágenes aún presentes en redes sociales con boletos de apuestas premiados y dinero en efectivo tras ganar una apuesta en un salón. Y ya sabemos que en marketing, una imagen vale más que mil palabras y mil euros en efectivo más que cualquier anuncio de televisión.
3) Carrusel de ventajas
Pero ese apoyo incondicional no totalmente consciente que hacen los tipsters, va mucho más allá. No es extraño ver que en grupos de miles de usuarios en Twitter, los propios tipsters critiquen las campañas de adquisición y promociones de operadores online, su política de cancelación, sus términos y condiciones en bonos o su mala gestión en temas tan importantes como la atención al usuario o la cancelación de apuestas y cuentas. Por no hablar de que ha habido campañas brutales en contra de operadores online por parte de tipsters con los que los acuerdos de afiliación no se han cumplido de la forma acordada.
4) Un nuevo concepto de comodidad.
Desde siempre, el juego online se ha valido de los mensajes del tipo “apostar desde el sofá” para atraer al jugador. Al mismo tiempo, los puntos de venta físicos con su decidida apuesta por la restauración también han usado variantes similares sustituyendo “sofá” por “copa” y destacando la posibilidad de apostar con los amigos en vez de hacerlo “desde la soledad de tu casa”… Esta interesante batalla sobre quien abandera el concepto de “comodidad” ha encontrado una nueva vuelta de tuerca gracias al fenómeno de los tipsters… y es que ahora, para muchos apostadores, la inversión en tiempo y trabajo analizando partidos, seleccionando apuestas y estando al día de la actualidad deportiva puede pasar a la historia ya que básicamente pueden seleccionar uno de las docenas de tipsters populares que habitan en Telegram y Twitter y sacar partido (y en teoría beneficio) de ese trabajo ajeno.
Ante ese nuevo escenario, quien puede negar que muchos apostadores online que básicamente pasaban horas leyendo foros y picks en internet, puedan acudir ahora a sus notificaciones de mensajería instantánea en tiempo real para saber donde poner su dinero y disfrutar del ambiente de un punto de venta físico donde ver el partido en pantalla gigante y disfrutar de las ventajas que hemos citado anteriormente (cobrar en efectivo, al acto, sin preocupaciones sobre fiscalidad, etc).
5) El fin de la guerra por las cuotas
Los tipsters han sido altavoz destacado de una realidad más que evidente: en un mercado regulado, las cuotas no son tan relevantes como en un mercado competitivo. En España podemos apostar en operadores cuyas cuotas en ciertos deportes son en un 75% de las ocasiones más altas que la competencia. Pero al mismo tiempo, si acudimos a los tipsters no tardaremos en ver que esa misma casa de apuestas que nos ofrece una cuota un 10% mejor a la victoria de Rafa Nadal en la final de un Masters 1000 ante Djokovic, no va a tener en su oferta el evento “Rafa Nadal ganará por lo menos un set” y deberemos acudir a mercados con hándicap de juegos. O también podremos descubrir como un operador con mejor cuota a 5 horas de empezar el evento, puede ver como dicha cuota se derrumba hasta un 50% en apenas media hora.
Pero además, ¿para qué preocuparse por apostar a Rafa Nadal ganador en esa misma final a cuota 2,35 o a 2,40… si nuestro tipster de cabecera nos asegura que su rival se ha levantado con dolor de cabeza?. El impacto del marketing que crean los tipsters es mucho más potente que cualquier cuota a ojos de un seguidor apoyado por la percepción de seguridad que da la red de apoyos y opiniones positivas de las redes sociales.
En otras palabras, si la cuota no es una variable capital, el operador presencial sale ganando. Y el boom de los tipsters acelera el proceso por el cual los apostadores se van dando cuenta de esa y otras realidades que hasta ahora pasaban desapercibidas para la mayoría.
6) Franquiciados y franquiciadores
Tipsters y operadores pueden llegar a formalizar una relación mercantil total bajo esta fórmula. No vamos a dar nombres, pero no es un secreto que más de un tipster relevante en 2016 ha reinvertido parte de sus beneficios en abrir un salón de apuestas en su zona de influencia. Y por supuesto lo han hecho público. Y como en otros casos que hemos ya citado, esto es publicidad efectiva para los operadores que buscan ampliar su red de puntos físicos.
7) Replicando el modelo americano
Son muchos los usuarios de una sala de apuestas online que no necesitan buscar experiencias demasiado complejas, pero unos pocos se sientan atraídos por experimentar realidades que Hollywood ya se ha encargado de grabar en nuestro cerebro. Una de las más habituales es la de apostar en una de las enormes Sports Book de los casinos de Las Vegas, pero también realizar apuestas por teléfono y tener un corredor de apuestas propio son experiencias que pueden satisfacerse en cierta medida en nuestros salones de apuestas, especialmente en los puntos de venta ubicados en los casinos españoles.
Los tipsters de alguna forma representan también ese papel del experto, “soplón” o incluso ”corredor de apuestas” tan icónico en las películas americanas. Así que si bien es cierto que la industria online ha sido la responsable en hacer despegar el sector en España desde hace años, poco a poco el sector presencial está ganando su cuota de mercado y su importancia se antoja capital en los próximos años. Dificilmente veremos zonas de deportes en un casino abarrotadas de gente y compitiendo en ingresos con las mesas de blackjack o ruleta, pero la aparición de sucedáneos como los “tipsters” ayudan a ese propósito. Y es que en el fondo, un tipster es una persona, no un comparador de cuotas o una calculadora que te ayuda a optimizar tus apuestas.
En conclusión, me gustaría insistir en que de facto, el boom de los tipsters ha servido básicamente en fomentar la transformación del ecosistema de afiliaciones español y en mejorar la fidelización de clientes y en la normalización de las apuestas en las redes sociales. Pero su impacto en los salones de juego, a pesar de haber pasado desapercibido por muchos, puede considerarse real y con un potencial destacado. Así que
para un sector cuya forma de adquisición no tiene relación demasiado directa con el posicionamiento en Google, las campañas en Redes Sociales, el email marketing o las promociones “en frío”, el sector presencial ha encontrado sin quererlo un aliado natural en los tipsters que además de formas inmediatas tales como seminarios o presentaciones en sus instalaciones, pueden beneficiarse de sinergias evidentes.