Opinión

Explicado lo más simple posible, IoT es la interconexión de cosas (coches, edificios, todo tipo de dispositivos, utensilios variados, ropa, etc.), es decir, la conexión virtual de cualquier objeto en general a Internet. ¿Pero con qué propósito? Pues para optimizar procesos al mayor nivel de eficiencia posible, para tomar mejores decisiones, o para realizar acciones de manera automática o inteligente. Todo a través del análisis de datos, retrospectivo o predictivo. Es el llamado “Big Data”, hecho realidad. Los objetos se dotan de los más variados sensores para poder recoger la información del entorno, que transmiten a través de un dispositivo, de hecho, es un “Gateway IoT”, especializado en convertir la información de los objetos, en paquetes de datos capaces de viajar por Internet, tanto en su modalidad pública como privada, hasta un centro de datos, donde servidores especializados procesan todo lo que llega. Las conexiones son completamente seguras, tanto a nivel de hardware como de software. Cada objeto tiene su propio DNI.

Un ejemplo primario seria la tienda “Amazon Go”, donde no hay empleados y todo está automatizado, como la entrada en la tienda, la compra, la reposición del inventario y la logística, las promociones personalizadas, interactuando siempre con el móvil y sin necesidad de check out o pago a la salida. Hay tiendas y centros comerciales, que ya que utilizan el reconocimiento facial de las personas en tiempo real y les hacen un seguimiento durante la compra y están identificados para cualquier transacción. Los coches autónomos o los edificios inteligentes son productos estrella de el IoT. Se habla ya de ciudades inteligentes.

Por si fuera poco, empresas tan importantes como Intel, sobre las que descansa la mayor parte del procesamiento de información mundial, ha desarrollado una completa plataforma para sustentar el IoT, que va desde un Kit de desarrollo de software, pasando por Gateways hasta CPU especializadas como la serie Atom E3900. Todos los operadores de servicios en la nube como Amazon o Microsoft también tienen sus propias plataformas. Existen ya cientos de empresas comercializando productos. Como síntoma del progreso existente en esta incipiente industria, en Europa contamos con la AIOTI (Alliance for Internet of Things Innovation), encargada de desarrollar un ecosistema IoT europeo, auspiciada por la misma Comisión Europea.

Lo más importante que tenemos que saber, es que IoT va a transformar de forma radical, la manera en que hacemos negocios hoy en día, nos guste o no. Y en nuestra industria, el IoT va a tener una enorme influencia en toda la cadena de valor del juego presencial y en la omnicanalidad.

Los ámbitos más afectados van a ser la fabricación, el transporte, el almacenamiento, y el punto de venta físico (o “retail”). Dependiendo de las limitaciones de la regulación, las posibilidades para el juego presencial se amplían. Pensemos en un casino con un control total del local, hostelería, mesas, empleados y jugadores, donde todos los datos se dirigirían a unos servidores donde muchas tareas estarían automatizadas, otras serían decididas por motores de inteligencia artificial y otras por seres humanos con el apoyo de analíticas sofisticadas. Pero lo más importante es que todo esto es en tiempo real. Es una nueva dimensión del negocio. Convertiremos un casino en un centro de información como la Bolsa, en un centro de datos de proceso crítico. En conocimiento dinámico. Saber que un jugador nuevo, que entra en un casino, le gusta jugar a slots en Facebook, con compras superiores a 1.000 euros al mes, puede ser un dato interesante ante el que provocar algunas acciones. ¿O no? Omnicanalidad en tiempo real.

A nivel de máquinas de juego también parece que el IoT puede tener bastante que decir. Existen ya productos de vending muy interesantes, que combinados con lo que se llama “Digital Signage” o con mensajes a móvil, pueden hacer ofertas personalizadas. En uno de los países más punteros como es Finlandia, la empresa Codemate hizo con RAY (la asociación local de slots), un proyecto de proximidad con smartphones. Y otra empresa también finlandesa, AnalyticsCloud, desarrolló un servicio de Analytics Cloud Discovery Analytics también para RAY, consiguiendo reducir los costes de operación en un tercio.

Y como siempre, volvemos a la innovación. La innovación es moverse hacia un sitio diferente, nuevo, desde el que estemos, dando un salto en competividad, que a la competencia le cueste mucho copiarte. La mayoría de las empresas están desarrollando planes para de IoT para 2018. Fíjate, las cosas que pasan  que pasan en Internet...