El confinamiento causado por la crisis del COVID-19 ha dejado al descubierto las fortalezas y debilidades de las economías. En este sentido, el iGaming emerge como una industria global y sin fronteras capaz de prosperar gracias a su diversidad de productos y a las múltiples opciones de acceso que ofrece su tecnología.
Conviene destacar que iGaming va más allá de apuestas deportivas e incluye casino en línea, póker en línea, deportes electrónicos y carreras de caballos, entre otros. Esta amplia gama de productos es en parte lo que hizo posible que, a pesar del parón de las competiciones deportivas tradicionales, el negocio siguiera creciendo en momentos donde el entretenimiento desde casa incrementó su posición en la escala de prioridades.
Según la prestigiosa Revista Forbes, en medio del confinamiento, varias empresas de iGaming concretaron alianzas, fusiones y distintas transacciones que incluso las han llevado con gran éxito a la bolsa de valores, donde sus acciones han tenido un espectacular desempeño como consecuencia del entusiasmo por las apuestas deportivas y su continuo crecimiento en el mercado estadounidense.
Un entusiasmo que según Forbes queda en evidenciado con el debut en bolsa de empresas como DraftKings, GAN y Golden Nugget.
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