La última ponencia del 9º EXPO CONGRESO ANDALUZ SOBRE EL JUEGO giró en torno al futuro, más específicamente a la recuperación económica, perspectivas, tendencias y estrategias empresariales tras la crisis sanitaria. La presentación estuvo a cargo del Doctor en Economía José María O’Kean Alonso, Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.
O’Kean Alonso considera imposible “volver al mundo de antes en algunos aspectos”. Ahora bien, se muestra optimista en cuanto a la economía cuando dice “nos estamos moviendo hacia un fuerte crecimiento económico” aunque después de 2023 es muy probable que entremos a una fase de austeridad., “bajará un poco y después ya podrá escoger a su senda de crecimiento, si no vuelve a ocurrir otra cosa”.
Por otro lado, alerta sobre el gran déficit fiscal y la deuda, por lo que habrá que ajustar la política monetaria. En la misma línea, le preocupa caer en la espiral inflacionista, es decir, los precios suben, acto seguido con salario mínimo interprofesional también. Después, al subir los salarios, los empresarios tienen que subir los precios. Al subir los precios, los trabajadores dicen que han perdido capacidad adquisitiva y vuelven a pedir aumento.
Ante una inminente reforma del mercado laboral, afirma que debe ser flexible, para que los trabajadores “se formen para ganar, sean capaces de crear más valor y si generan más valor, la productividad sube”.
Al referirse a las tendencias, destaca el fenómeno de la globalización, que desde su punto de vista ha dejado a las empresas sin margen al tener que competir con gigantes mundiales. En esta línea, explica que “el mundo digital tiene unos principios muy duros. El primer principio es la masa crítica, sólo el más grande ganará. Entonces las empresas pequeñas o se meten en grandes plataformas y se integran en ellos” o estarán destinadas a desaparecer.
Destaca la importancia de que el sector del juego piense en la sostenibilidad y la idea de la economía circular en sus operaciones.
También, O’Kean Alonso analizó los cambios de comportamientos e interacciones en todos los niveles promovido por un mundo hiper individualista del espacio digital. Asimismo, expone que “los productos no son simplemente productos, sino que tienen una parte social” que forman parte de un mundo de sensaciones.
Para finalizar plantea la idea de “difuminar las cosas”, es decir, “lo que tenemos es que diversificar la acción, porque si estamos demasiado focalizados y estamos focalizados en un mundo de críticas, deberíamos abrir nuestra actividad para que las críticas se difuminen en otras actividades”.
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