Hoy tenemos el honor de contar con la firma de Máximo López Vilaboa, Director General de Relaciones Institucionales de la Junta de Castilla y León, quien expone la importante noticia sobre el fin de la contingentación de las máquinas de tipo B en Castilla y León.
Máximo López Vilaboa hace un recorrido de cómo ha sido la reglamentación en este sentido y contextualiza el importante avance que supone la modificación que se contempla en los Presupuestos Generales de Castilla y León.
FIN DE LA CONTINGENTACIÓN, por Máximo López Vilaboa
En el proyecto de Ley de Medidas tributarias y administrativas que acompañan el de presupuestos de Castilla y León para 2022 se recogen una serie de disposiciones que tienen como objetivo adaptarse a la nueva realidad del mercado. Se eliminará el concurso público que se convocaba anualmente y, por tanto, se liberalizará el mercado de máquinas de juego de tipo B en Castilla y León, acabando con la actual contingentación. A partir de ahora las empresas operadoras podrán solicitar la concesión de nuevas autorizaciones de explotación de máquinas de tipo B en cualquier momento del año, sin necesidad de esperar a ese concurso público que normalmente ha sido anual y que se convocaba en los últimos meses del año. Hay determinadas decisiones de tipo empresarial que requieren agilidad y no pueden estar condicionadas por un calendario ajeno a esa relación natural entre empresas operadoras y hostelería.
La actual configuración de la figura de la contingentación en Castilla y León data de 2002. Entonces se paralizó temporalmente el otorgamiento de nuevas autorizaciones de explotación de máquinas tipo B que, en aquel momento, sumaban 17.108. Posteriormente se fueron aprobando disposiciones que volvieron a incidir en esta planificación y se fijó un plazo de 4 años, extendiendo su escenario temporal a los años 2005-2008.
Entre 2008 y 2011 no se concedieron nuevas autorizaciones de explotación, salvo las otorgadas por canje para sustitución por otra máquina de las mismas características.
A partir de 2012 se han convocado, con carácter anual, mediante las correspondientes Órdenes de la Consejería concursos públicos para la adjudicación de autorizaciones de explotación de máquinas de tipo B. En 2012 se licitaron 1.391 autorizaciones, de las que únicamente se adjudicaron 59 autorizaciones de explotación solicitadas y se dieron de alta 40 autorizaciones de explotación. En 2013 se licitaron 2.308 autorizaciones de explotación de máquinas, se adjudicaron las 175 autorizaciones de explotación solicitadas y se dieron de alta 131 autorizaciones de explotación.
En 2014 se licitaron 2.800 autorizaciones de explotación, se adjudicaron las 276 autorizaciones de explotación solicitadas y se dieron de alta 171 autorizaciones de explotación. En 2015 se licitaron 2.797 autorizaciones de explotación de máquinas de las que se adjudicaron, mediante Orden 395 autorizaciones de explotación solicitadas y se dieron de alta 137 autorizaciones de explotación.
En 2016 se licitaron 2.918 autorizaciones de explotación de máquinas de tipo B, de las que se adjudicaron las 400 autorizaciones de explotación solicitadas y se dieron de alta 219 autorizaciones de explotación. En 2017 se licitaron 2.954 autorizaciones de explotación de las que se adjudicaron 416 autorizaciones de explotación solicitadas y se dieron de alta 303 autorizaciones de explotación.
En 2018 se licitaron 2.873 autorizaciones de explotación de máquinas de tipo B de las que se adjudicaron las 436 autorizaciones de explotación solicitadas y se dieron de alta 204 autorizaciones de explotación. En 2019 se licitaron 2.976 autorizaciones de explotación de máquinas de tipo B de las que se adjudicaron las 184 autorizaciones de explotación solicitadas y se dieron de alta 70 autorizaciones de explotación.
El último concurso fue convocado en noviembre de 2020, con un volumen de 3.402 autorizaciones de explotación, únicamente se adjudicaron 35 autorizaciones de explotación solicitadas y solo se tramitaron 19 nuevas autorizaciones. Es evidente que el último año no es significativo por toda la incidencia que la pandemia ha tenido sobre el sector. Pero lo que también es evidente es que en años precedentes también ha habido una clara desproporción entre el volumen de máquinas ofertadas y el que finalmente se ha adjudicado. Incluso algunas que se adjudicaban luego no se tramitaban, sobre todo las que iban sin precio.
Del estudio de las convocatorias, adjudicaciones y de las altas de las autorizaciones de explotación que finalmente fueron tramitadas, se deduce que las empresas operadoras no están necesitando autorizaciones de explotación debido a la falta de demanda del mercado. Por todo ello no es necesario en la realidad actual de Castilla y León mantener la limitación del número de autorizaciones de explotación en 17.108, con el parque contingentado. La contingentación fue una medida que pudo tener sentido durante varios años pero con la realidad que se presenta en 2022 se ha percibido que ya no lo tiene. A mayores podemos señalar que actualmente el concurso exige un esfuerzo de gestión, tanto para la Administración como para las empresas, que no tiene justificación.
Bien se puede destinar ese tiempo y esfuerzo en muchos de los retos que tiene ahora el sector, y esa es una razón suficiente para adaptarse a los nuevos tiempos.
Máximo López Vilaboa
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