Esta cifra, equivalente a 135.513 millones de pesos chilenos supone una multiplicación por 18 de lo logrado en el mismo periodo del año 2021.
Los datos han sido publicados por la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) del país sudamericano y aunque los ingresos aún no alcanzan a los valores previos a la pandemia del COVID19, sí que denotan que la recuperación sigue por buen camino.
En cuanto a la cantidad de usuarios que han jugado en los establecimientos, el registro está aún lejos de lo acumulado en el año 2019. Durante el segundo trimestre de 2022, 1.526.051 personas jugaron en casinos, un 59% del total contado previamente a la crisis sanitaria.
Y mientras el juego presencial intenta lograr la recuperación total, la proliferación de casas de apuestas online lo complican cada vez más.
Por el momento, el juego online no está legalizado. A pesar de que hay un proyecto de legalización en marcha, el proceso es lento y está siendo entorpecido por los principales actores del sector presencial que acusan a los operadores que están en funcionamiento de hacerlo de manera ilegal.
Entre tanto, también hay una guerra política con respecto a los patrocinios de entidades deportivas. Hace varias semanas se debatió en la Comisión de Deportes una medida que prohibiría el patrocinio de casas de apuestas ilegales, que, en este caso, al no estar aún legalizado el juego online, serían todas.
Las operadoras que se verían afectadas de progresar esta medida son Betsson, Betano, Coolbet o Latamwin, entre otras, que obtuvieron su licencia en paraísos fiscales, pero que se apoyan en que su centro neurálgico se encuentra en Chile para defenderse de las acusaciones vertidas sobre ellas.
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