La hostelería española espera cerrar el año con cifras de facturación superiores a las de 2019 gracias a un ejercicio en el que, a pesar de la inflación, las consecuencias de la guerra en Ucrania y el aumento de los costes de la energía, está facturando cerca del doble que 2021, según datos de Hostelería de España
Gracias a la relajación vivida en los últimos meses en la escalada de precios, recuerdan desde la patronal hostelera, el 2022 será el año del empate con 2019 y permite pensar en un 2023 con un crecimiento de la facturación de entre un 5% y un 7%, según indica en el diario
El Economista.
Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España, ha avanzado que la posibilidad de un aumento salarial debería ir ligada a factores de productividad y flexibilidad de la jornada laboral que buscan las nuevas generaciones que se incorporan al mercado.
En la presentación de su Anuario 2022, la organización ha avanzado que los negocios hosteleros facturaron en 2021 un 30% más de media que en 2022, aunque comparando con los datos anteriores a la pandemia, estos datos representan un descenso superior al 33%.
El sector de
la restauración en 2021 facturó
un 25,8% más que en 2020 y un 24,4% menos que en 2019, con una aportación a la riqueza nacional de un 3,8%. En el 2021, cerraron en España 7.566 bares, lo que supone un 4,1% del total, hasta 175.029.
La
tasa de supervivencia en el primer trimestre de 2021 era del 92,1% en el caso de las empresas empleadoras, y del 96,9% de los autónomos.
El secretario general de la organización ha destacado el proceso de adaptación que está viniendo la industria hostelera que compensa el cierre de pequeños bares tradicionales con la apertura de
locales de mayor tamaño y adaptados a la nueva forma de consumir, con una mayor amplitud horaria y variedad de servicios y momentos de consumo.
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