Héctor Valdés, Presidente de la Federación Vasca de Empresarios de Juego, valora en exclusiva para nuestros lectores el BORRADOR de la ORDEN DE MÁQUINAS que prepara el Gobierno Vasco.
Para el Presidente de la Federación se trata de un borrador desproporcionado para un sector cumplidor y alejado de cualquier alarma social. (
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“Las máquinas en hostelería somos el subsector con el rango de apuesta/premio más bajo”, explica Héctor Valdés. Y añade que se trata de unas máquinas homologadas desde años en el mercado. “Es decir, cumplen perfectamente la normativa”.
“Somos un sector muy regulado y cumplidor, no hay contexto que justifique esta medida”, añade ante la falta de signos objetivos que justifiquen tocar una regulación que no ha dado ningún problema y ha convivido de manera sostenible en el País Vasco.
Y añade el interés de los propios hosteleros en velar por una oferta de juego responsable que no mine gran parte de su sustento económico: “Se trata de un su sector absolutamente comprometido con el juego responsable. Tras la campaña realizada el año pasado a favor del juego responsable en todos los establecimientos hosteleros de Bizkaia con máquina, los hosteleros están absolutamente concienciados acerca del concepto juego responsable y han sido formados en esa materia para tratar de reconducir situaciones y/o conductas que observen pudieran ser de juego compulsivo o gasto excesivo”. Y en este sentido, añade: “Una parte importante de nuestra recaudación es para el hostelero, y por tanto, contribuimos a la viabilidad de muchos negocios de hostelería”.
Sobre todo, Héctor Valdés hace hincapié en un verdad de Perogrullo pero que muchas veces se pasa por alto, y es la de apostar todo a información y a la educación: “Creemos firmemente que, además de cumplir con la regulación exigente que tenemos en las máquinas, debemos poner también el foco en las personas, promoviendo conductas responsables desde el respeto, entiendo que son personas adultas y que el juego púbico y privado es una actividad legal y una decisión voluntaria, con la excepción evidente del juego problemático, contra el que hay que pelear”
“Además, a la hora de plantear restricciones a un subsector que ya de por sí está decreciendo, hay que tener en cuenta las singularidades de este subsector”, apunta.
“Las empresas operadoras son en su mayoría pequeñas empresa familiares arraigadas en el territorio, caracterizadas por alcanzar un grado de cumplimiento normativo absoluto, concienciadas con el Juego Responsable, y que han transmitido y formado a sus clientes hosteleros en las buenas prácticas que distinguen dicha campaña”.
Y concluye apuntando al delicado momento económico, recordando que el sector hostelería y el de máquinas ha sufrido años durísimos de los que intenta remontar: “Tanto la hostelería como las máquinas de juego en hostelería estamos intentando recuperarnos de una situación económica complicada tras los años de pandemia, cuando nuestro único canal estuvo cerrado o con restricciones”.
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