En la primera parte del artículo sobre los eSports me limité a definir algunos conceptos de utilidad. A continuación, nos abrimos camino en esta realidad que triunfa en otros países y explicamos el porqué de su éxito, para posteriormente –en una tercera parte- centrarnos en el posible impacto de los eSports en el sector del juego nacional.
El poker tiene heredero: eSports, el deporte del futuro
Tras las definiciones previas expuestas en el primer artículo, centrémonos ya en los eSports y en su gran relevancia dentro de la industria del ocio en general, pero también del juego en particular. Y es que los eSports han venido para quedarse y nadie del sector del juego va a poder ignorar esta realidad.
Así que basándonos en las similitudes con el sector del poker vamos a analizar algunos puntos destacados que hacen creíble la idea que los eSports van a ser la locomotora que va a arrastrar todo el sector del juego en el corto y medio plazo.
1. Antecedentes comunes: de la misma forma que el éxito del poker se basa en recuperar la experiencias de la infancia relacionadas con juegos de cartas; los eSports tienen también su génesis la experiencia con el mundo de los videojuegos (consolas, recreativos o juegos online multijugador).
2. Anhelo de convertirse en deporte: mediante elaborados sistemas de competición que premien la habilidad (doble eliminación, fases de grupos, clasificatorios…) y bajo la fórmula -ya exitosa en el mundo del poker- de los torneos, la lucha por considerar a los eSports como deporte es parte capital para el desarrollo de esta actividad.
3. Auto-realización: tras la necesaria formación, entrenamiento, esfuerzo y las necesarias cualidades innatas, los practicantes de los eSports son denominados ya “cyberatletas”, algo que en el poker no llegó a cuajar a pesar de que en ambas disciplinas reconocimiento individual y las posibilidades de desarrollar una carrera próspera son evidentes.
4. Industria totalmente profesionalizada: los botes de premios (prizepools) en los grandes eventos de eSports que llenan estadios deportivos en medio mundo y el interés de sponsors y medios de comunicación evidencian que el poker ya no tiene el monopolio en su intento por convertirse en un “show business made in USA” que acapare toda la atención mundial.
5. Streaming & Television: gran parte del éxito de los eSports viene por la innegable aceptación que las retransmisiones online de los eventos han conseguido desde hace años. Basta analizar el éxito de la plataforma JustinTv, cuya rentabilidad y mayores picos de visitas no se explica por las audiencias de eventos deportivos de primer nivel como la Superbowl o los playoff de la NBA sino por ser un canal que hicieron suyos los millones de aficionados a los eSports hace unos años.
6. Sinergia con redes sociales: de la misma forma que sucede con el poker, redes sociales como Twitter, youtube o Facebook son herramientas que parecen haber nacido para apoyar el crecimiento de los eSports.
7. El fantasma de la regulación: como ya le ocurriera el poker (y con motivo), los eSports cuentan como gran amenaza el interés de los estados en regular este sector. A pesar de ello, parece evidente que por su propia naturaleza, los eSports pueden ocupar el hueco que el poker ha dejado tras regulaciones agresivas o prohibiciones como la que se vive en la mayoría de los estados de EEUU.
8. Compartir tendencias: de forma aún más acentuada que en el mundo del poker, el análisis de pautas de comportamiento y el impacto de las innovaciones tecnológicas en el público de los eSports son importantes para asegurar el éxito del sector en el largo plazo. Queda claro que si ahora los menores de 12 años juegan la mismas horas a videojuegos en tablets y dispositivos móviles que en el PC o portátil, así que el futuro del sector profesional del videojuego va a tener que adaptarse a esa realidad. Y de hecho, lo están haciendo.