Nunca te tomes al pie de la letra eso de “apuesta segura”…
Aunque todas las casas de apuestas tratan de hacerle llegar a sus clientes las mejores cuotas de apuestas en cada evento deportivo que destacan, desde que hagas tu primera apuesta deportiva tienes que tener clara una cosa: Apostar no significa ganar. Nunca, jamás. Quien te asegure que apostando se puede ganar dinero de forma segura siempre te estará ocultando una parte de la verdad, que no es otra que el hecho de que apostar siempre supone tomar riesgos, aunque sean ínfimos. Incluso una cuota de 1.01 tiene una serie de probabilidades de ser incorrecta, por lo que tienes que saber definir con exactitud qué cantidad de dinero pretendes gastarte en este hobby desde el principio y darlo por perdido. Luego, si resulta que eres buen jugador y ganas más que pierdes, estupendo. Pero por mucho que sea cierto que estadísticamente nos basamos en un cálculo de probabilidades, esa vertiente está siempre limitada por una nada desdeñable cuota de pura fortuna. Pensad que si una apuesta fuese segura, ¿de verdad la casa de apuestas iba a ‘regalar’ dinero a sus clientes de una forma tan sencilla?
… Pero sí grábate a fuego lo de “Juega seguro”
Un mito no puede sino ir de la mano con el otro. Cuando un jugador nuevo se registra y empieza a realizar apuestas o a jugar en el Casino, siempre hay un proceso de aprendizaje, sobre todo si no cuenta con gente a su alrededor que no controle del tema, en el cual lo normal es que tenga más pérdidas que beneficios. Pero pase lo que pase siempre tendrá que tener conceptos claros: cuánto dinero puede gastarse en esta práctica, qué cantidad acotar para cada juego o apuesta, qué volumen de pérdidas puede soportar sabiendo que todo lo que haga en la casa de apuestas tiene que ver con su ocio personal y NUNCA puede afectar a su economía diaria… son cosas que parecen más obvias de lo que en realidad son cuando no se controla, ya que si no se tiene a nadie que alguna vez haya jugado y que pueda guiar al novato por este mundillo, casi siempre sí existe el ‘elemento’ que come la cabeza con frases como: “Tú juégatela a lo que te apetezca, si todo es puro azar”. Huyamos de este tipo de frases hechas.
El tan manido asunto del “valor” de las cuotas
Es uno de los conceptos más controvertidos y comentados cuando los nuevos jugadores empiezan a familiarizarse con los distintos mercados dentro de un evento al que apostar. ¿Qué cuotas son buenas? ¿Cuáles tienen más valor? Existen cientos de tutoriales, artículos y guías que tratan de concretar el ‘valor’ de una cuota a través de parámetros acotables, fórmulas matemáticas y distintos tipos de teorías. Lo único que es cierto a largo plazo es que la casa de apuestas no es tonta, y por tanto fija las cuotas en función del grado de riesgo que cree puede tener a la hora de registrar pérdidas. Por tanto, dentro de lo normal, una cuota alta siempre será más difícil de conseguir que una baja, que será más probable de acertar. Eso no quita que un jugador no desarrolle la habilidad de encontrar cuotas de un valor medio susceptibles de dar beneficios, lo cual, al final, deja una moraleja: el auténtico ‘valor’ de una cuota se lo pone cada usuario.
¿Son un engaño los bonos de bienvenida?
En muchas ocasiones, cuando un potencial apostador declina finalmente registrarse en una casa de apuestas, alega hacerlo debido a que “el bono de bienvenida es una estafa”. Reflexión curiosa, sobre todo teniendo en cuenta que muchos ni siquiera llegan a leerse los términos y condiciones de ésta y el resto de promociones que van sacando las casas, y que además tiene mucho que ver con otro mito mal entendido: Que el dinero que las casas ofrecen en esos bonos es un dinero “gratis, que regalan”. Siempre habrá condiciones y requisitos que el jugador tendrá que cumplir a la hora de poder disfrutar del primer bono, y sobre todo a la hora de poder hacer su primera retirada de dinero. Si todo fuese tan fácil, la inmensa mayoría de clientes se registrarían, conseguirían el bono y después dejarían de jugar para siempre. Absurdo para la empresa, ¿no?
“Hay apuestas sobre cualquier cosa”
Otra decepción que suelen llevarse los jugadores primerizos tiene que ver con los distintos mercados de apuesta. Lo normal cuando un nuevo cliente empieza a apostar es que no tenga demasiada idea acerca de eventos, mercados y cuotas, y ciertos tipos de apuestas (sobre todo por su denominación) suelen sonarle a chino. Y también pasa que tienen en la cabeza una serie de ideas sobre apuestas muy concretas que se han ‘fabricado’ en su cabeza y que, por desconocimiento, creen que van a existir en cada casa de apuestas. Cuando ven que no se puede apostar “a que el futbolista X reciba una tarjeta amarilla” o a que nuestro jugador de baloncesto favorito sea MVP de la jornada, se enfadan. No hay apuestas a cualquier cosa. Hay cientos de mercados de apuesta y decenas de eventos en los que escoger, pero siempre conviene informarse y familiarizarse con los mismos y con las apuestas básicas incluso antes de abrir la primera cuenta.
La casa de apuestas ‘barre para casa’
Esto no es un mito falso, es totalmente cierto. Pero no entendido como una crítica a la casa, sino como una cuestión absolutamente razonable. El mito en este punto es llegar a creer que una casa de apuestas es un elemento únicamente destinado a proporcionar ocio y dinero ‘gratis’ al jugador, y que rápidamente pasa a ser un ente diabólico que ‘roba’ y se aprovecha de sus clientes cuando éstos de dan cuenta de que lo primero es falso. Ni una cosa ni la otra. Una casa de apuestas es una empresa, ni más ni menos. Y como toda empresa, se basa en un negocio a la hora de obtener beneficios, sin los cuales no existiría. Por tanto es normal que a través de sus normativas y reglas intente acotar sus posibles pérdidas, aunque si nos detenemos a estudiarlo, sin llegar a abusar de sus clientes.
NO apostar a cosas que no se dominan
Acabamos con un consejo al que ya se ha aludido multitud de veces: un mito bastante extendido entre jugadores poco expertos es creer que apostando a deportes lo más extraños posible, hay más opciones de sacar beneficios. “Apuesta a baloncesto filipino, que en la casa de apuestas no tienen ni idea con las cuotas y las ponen todas muy altas”. Frase de cajón que siempre escucharéis si empezáis a apostar y conocéis a alguien que lleve poco tiempo (dejad a un lado el baloncesto de Filipinas y escoged el deporte raro que más os apetezca como ejemplo). No es para nada cierto. En todos los deportes que una casa de apuestas oferta, siempre hay un grado de seguridad estable para evitar pérdidas y a la larga, si se apuesta en este tipo de competiciones sin tener ni idea, el jugador experimentará pérdidas.
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