La agencia de calificación crediticia S&P Global ha rebajado la calificación de Codere por cuarta vez en ocho meses, por considerar que tiene una solvencia crediticia muy débil y corre el riesgo de incumplir con sus deudas en los próximos seis meses.
La primera degradación en esta calificación ocurrió en octubre de 2019, cuando se cambió de B a B-, poco después de que la multinacional española en el sector del juego privado anunciara que las inconsistencias financieras podrían afectar sus resultados de todo el año.
En marzo, Codere fue trasladado de B- a CCC+, antes de ser rebajado nuevamente a CCC a fines de abril.
Ahora, S&P ha rebajado la calificación crediticia del operador a CCC-, lo que significa altos niveles de deudas que presionan la liquidez y los acuerdos con los acreedores, sin dejar de lado que la compañía depende de condiciones comerciales y operativas favorables para cumplir con los términos de sus pasivos.
Sin embargo, S&P señaló que Codere pagó su último pago de bonos en mayo y entiende que el operador está planificando recargas adicionales para aumentar la liquidez.
En este sentido, Codere informó en mayo que los ingresos cayeron un 21,3%, es decir, 278,5 millones de euros en el primer trimestre de 2020, mientras que una combinación de cierres minoristas a causa del Covid-19 y las fluctuaciones del tipo de cambio contribuyeron a que las pérdidas aumentaran a 97,1 millones de euros.
Ante este escenario, S&P Global explicó:
“La perspectiva negativa refleja nuestra opinión de que un incumplimiento, ya sea convencional o mediante un intercambio o reestructuración, es cada vez más probable en los próximos seis meses, en ausencia de desarrollos favorables imprevistos, mientras que la compañía también enfrenta un posible déficit de liquidez o incumplimiento del pacto si no se aborda adecuadamente".
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