Recientemente, entró en vigor La Ley de Arcade de Berlín (The Berliner Spielhallengesetz) la cual establece distancias mínimas entre salas de juegos; y, entre estas y las escuelas. Además, la norma restringe horarios de apertura y cantidad de dispositivos por local.
La nueva ley establece que ningún establecimiento de juego puede ubicarse a menos de 500 metros de otro, y que ninguno puede estar a menos de 200 metros de una escuela o instalación juvenil. En consecuencia, cerraría casi 400 salones y solamente podrán sobrevivir 120.
Igualmente, se limita el horario de apertura entre las 11 y las 03 h; y, no se podrán tener más de ocho dispositivos por sala de juegos. En consecuencia, habrá un máximo de 960 máquinas de juego legales en funcionamiento en la capital alemana.
Al respecto, Thomas Breitkopf, presidente de la asociación federal de operadores de máquinas, opinó: “La extinción de la oferta legal es una lluvia cálida para el florecimiento del mercado negro".
Por otro lado, Manfred Stoffers, miembro del Consejo de Administración del Grupo Gauselmann:
"Las salas de juego morirán de una muerte sin sentido, ya que esto no traerá la mejor protección del jugador prometida por los legisladores de Berlín, sino todo lo contrario".
“Son comerciantes profesionales de máquinas de monedas que han creado empleos sujetos a contribuciones obligatorias de seguridad social y pensaron que su inversión en Berlín era una inversión en su futuro. Sin embargo, los violentos ataques políticos son tan insensatos como la muerte de las salas recreativas”.
Por otro lado, en referencia a las tiendas de apuestas de Berlín, será a partir del 1 de octubre cuando entren en vigor las distancias mínimas que al igual que en el caso de los salones de juego, son de 200 metros de las escuelas, instalaciones para niños y jóvenes, así como de lugares deportivos. Además, se deberán respetar la distancia de 500 metros entre tiendas de apuestas y si son de la misma compañía esta se incrementa a 2 km.
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