En el V FEMARA OPEN FÓRUM, celebrado el 5 de abril en el Hotel Meliá Madrid Princesa, la conferencia central estuvo a cargo de Emilio Gallego, secretario general Hostelería de España, quien en una magnífica intervención ha explicado en detalle el funcionamiento de la confederación que les ha catapultado al éxito y se ha referido a la “Confluencia estratégica empresarial”.
Emilio Gallego ha iniciado la conferencia haciendo énfasis en la relación estrecha entre ambos sectores y asegura “somos socios, estamos en el punto de venta, en el punto de relación con nuestros clientes. En ese momento estamos juntos, en esa experiencia de consumo que tienen vuestros clientes. Nuestros clientes. Estamos juntos. Este es el principal aprendizaje que podríamos establecer desde un principio”.
Ha hecho una retrospectiva de la historia de Hostelería de España, cuya trayectoria inició un 7 de julio hace 45 años y que ha resaltado siempre por ser combativa, así como también capaz de organizar diversas actividades para la reivindicación de los derechos de sus asociados.
Como organización ponen en valor su estructura y la función de representación social enmarcada en la Constitución que les “da un estatus de cierto privilegio sobre la representatividad que nosotros sustentamos del sector y concretamente en ese segmento del CNAE 56, el Código Nacional de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas, donde en nuestro país en estos momentos tenemos del orden de 285.000 empresas funcionando y donde adscritos a los convenios colectivos de este epígrafe, disponemos en estos momentos de alrededor de 1.400.000 trabajadores asalariados y 300.000 empresarios autónomos al frente de estos negocios. Esto, digamos que es un elemento de conformación muy importante que caracteriza lo que somos como organización”.
Al hablar de las diversas competencias y normativas existentes es España, recalca que “ni Alemania siendo una república federal, tiene una disgregación de legislación y de competencias tan fuerte como tenemos en España. Muchas veces en la propia CEOE es un mensaje que debatimos, pues esto es melancolía. La realidad es la que tenemos. Pongámonos a trabajar sobre esta realidad, porque lo contrario lo único que hace es perder esfuerzos”.
En este sentido, comenta que Hostelería de España se ha ido adaptando a los tiempos y subraya que “Solo esa labor pedagógica de interconexión de la información, de lo que se hace bien, en un país tan fragmentado como el que tenemos, tan complejo como el que tenemos, ya es una oportunidad para la organización. Nosotros hoy somos una confederación, nacimos como una asociación, migramos a una federación, empezamos a integrar todas estas asociaciones territoriales.
Y hoy, fruto de que ya hay muchas federaciones en los ámbitos autonómicos, hace diez años nos convertimos en confederación, es decir, hemos ido aumentando nuestro tamaño organizativo porque evidentemente nos han forzado la estructura, el entramado institucional, político y territorial de nuestro país”.
Seguidamente ha indicado que otro de los elementos que respalda a su organización es representar a un sector estratégico, sobre todo considerando que al ser España una potencia es relevante que “el 70% lo representa la hostelería”.
También subraya la importancia de las comunicaciones, disponer de un departamento para ello, así como también contar con los servicios de una agencia externa. Al respecto informa que llevan “25 años editando nuestro anuario sectorial (…) Tenemos un departamento propio para estructurar esos datos, para hacer ese seguimiento. Este es uno de los elementos y de los aprendizajes que también hemos conseguido con el tiempo, en comunicación y en datos. El conocimiento es interno, la fábrica es interna”.
Y, sigue, “Tenemos una agencia de comunicación a la que una vez que le das los titulares, los contenidos, cuál es el mensaje que quieres trasladar y luego te lo pican ellos, te lo distribuyen y hacen el seguimiento con los medios, con las centrales. Pero una cosa es eso y otra cosa es tener externalizado toda la función de comunicación o toda la función de seguimiento de los datos”.
Pone en valor el factor humano y el funcionamiento de los equipos, por lo que aprovecha para explicar en detalla la estructura y responsabilidades. “Al final las asociaciones y esto desde el derecho romano, lo tenemos claro, son somos Intuitu personæ, es decir, nos unimos personas”, agregó.
Asimismo, ha querido transmitir lo relacionado con el mapa relacional. “Al final hemos ido migrando de los planes de trabajo y de los planes estratégicos que parecen que van a salto de tiempo, a salto de año. Hemos migrado a un sistema en el cual nosotros llegamos a identificar cuáles son nuestras áreas de interés, nuestras áreas de impacto y nuestras áreas de actividad".
Emilio Gallego explica que “el asociado está representado en un área, pero tenemos otras tres áreas. Es evidente, es el que se sienta a la asamblea, es el que vota, es el que elige, es el que aprueba los presupuestos, es el que paga la cuota. Tiene mucha importancia la social, pero reequilibrarlo con los puntos de vista, con los enfoques, hacerlo interrelacionar con el resto de las áreas de interés, enriquece a la organización. Al final se hacen las cosas que interesan al asociado, pero los procesos de toma de decisiones se han enriquecido antes”.
De esta manera menciona el área de trabajo, cadena de valor, medios de comunicación, digitalización, proyectos, además de la regulación, un aspecto muy importante en países modernos con economías desarrolladas y también estrechamente relacionado con las administraciones públicas.
Sobre este particular, reitera que son “una organización reivindicativa y nuestro esfuerzo mayor es que se nos entienda, se nos entienda rápido, se sepa lo que queremos y ser eficaces en nuestros objetivos”. Por ello, es clave tener “siempre la mayor relación posible y, sobre todo, ser preventivos en las relaciones”, establecer vínculos y demostrar la responsabilidad social del sector.
Y da este ilustrativo ejemplo: “Si el primer día que conoces a un político es porque vas con tu carpeta, con tu problema, a hablar de tu problema y de tu complicación. Al político lo vas a tener mucho más difícil de solucionar el problema que si ese político y sus técnicos, en ese departamento ministerial, en esa comunidad autónoma, te conocen previamente, les has invitado a tus premios, han participado en tus sesiones de promoción gastronómica, han participado en un jurado o estás colaborando con ellos en sus proyectos, el día que tienes un problema, ese político va a hacer todo lo posible por entenderlo. Luego conseguirá resultados o no, tampoco lo garantiza todo. Pero vas a tener una línea de comunicación mucho más directa, más franca”.
Ha aportado datos muy valiosos, como en el año 2020 llegaron a 1.800.000 empleados. “Ningún sector de actividad económica madura en nuestro país ha tenido esa proyección. Y esa proyección es una tendencia de seguridad”.
Ahora bien, “los clientes están cambiando a una velocidad mucho más rápida que el resto de nuestros países competidores y que el resto de los países de nuestro entorno”, algo que no solo ha sido a causa de la pandemia sino también por la conectividad e incluso el individualismo de los más jóvenes.
Por lo tanto, ahí considera que hay un elemento de confluencia. “Tenemos que analizar a nuestros clientes lo que esperan y buscan de nosotros, y saber cómo nos seguimos convirtiendo y transformando en un sector atractivo para ellos”.
En esta línea, Emilio Gallego hace énfasis en la necesidad de unir fuerzas. “En España tenemos fabricantes de máquinas de juego, de sistemas, de softwares. Todo esto deberíamos conformar de alguna manera un espacio de reflexión, de qué queremos hacer juntos. ¿Qué necesitamos para hacer evolucionar a nuestras empresas?”
Admite que también el sector de la hostelería tiene hándicaps, “somos los de los bares, los del alcohol, los del tabaco (…) Ahora mismo unas ideologías gobernantes que tienen ciertos sesgos hacia ciertos sectores. Nosotros lo hemos vivido en carne propia”.
Frente a estos retos, insiste en que “la estrategia del avestruz aquí no vale para nada. Hay que afrontar esas realidades, esas situaciones, analizarlas y ver cómo le podemos dar la vuelta”.
Ha resaltado que el sector del juego tiene un potencial tremendo, una territorialidad muy importante. “Y en ese sentido también hay que decir que, por nuestra parte, todo lo que tiene que ver con los proveedores, que ayuda a procesos de transformación, nosotros nos remangamos y nos sumamos”.
Finaliza su participación enviando un mensaje de cooperación y dice: “con el apoyo y con la participación de Hostelería de España podéis contar, porque creemos que hay muchas cosas para hacer, para influir”.
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