"Hay que ser autocríticos y reflexionar si la industria es parte importante del problema con ciertos pensamientos egoístas y cortoplacistas"

Jacqueline Mecinas.- ¿La industria está haciendo algo mal?

Lo más dañino es que la industria no termina de apuntalar los puntos comunes, aplicando voluntades y recursos para hacerlo realidad. Recalcaría también la confusión entre responsabilidad social y otros términos afines que engloban actuaciones y objetivos distintos. Por definición, la responsabilidad social está vinculada directamente con el desarrollo ético de la actividad, mejorando sus impactos respecto a sus grupos de interés más directos. Es cierto que la sociedad puede acabar beneficiándose de cualquier tipo de acción, pero el rendimiento estratégico es distinto y mucho más volátil. La responsabilidad social no consiste en una liberalidad sin esperar nada a cambio.

También existe una tara importante y es que, generalmente, se llega tarde. Se implementan medidas reactivas, cuando ya existe un incendio social y normativo, no de forma proactiva y preventiva. Pienso que existe una carencia en prospectiva que analice el horizonte y se desarrollen soluciones con antelación frente a los riesgos detectados. Los acelerones se producen a destiempo y, en muchas ocasiones a contracorriente, cuando la crisis ya está madura.




Jacqueline Mecinas.- Entonces, ¿qué cree que necesita la industria? o ¿qué le sobra?

Germán Gusano Serrano. - Como indico, durante décadas lleva reclamándose esa unidad, un mayor conocimiento y esa fortaleza que nunca acaban de configurarse. Tampoco se diferencia la acción de lobby económico y la defensa puramente social. Recientemente FEMARA ha elaborado el “Decálogo de Madrid” en esa línea de trabajo, huyendo de egos y de particularidades. Como no puede ser de otra forma van calando esas necesidades y se rebuscan voluntades. Un buen análisis empresarial podría ser contabilizar los recursos y el gasto total en asociacionismo, en eventos endogámicos y bastante repetitivos, en filantropía desconectada de la actividad, y revisar los resultados medibles en términos de eficacia y de eficiencia. Sin duda, algo no se está haciendo bien a pesar de esos esfuerzos. Los problemas afectan a la estructura de la industria. Hay que realizar actuaciones de mantenimiento y prevención, desde y para todo el grupo. A posteriori, las normas siempre son perjudiciales y, con mayor o menor intensidad, provocan destrozos a todo el tejido empresarial, canales y sectores, independientemente de las culpabilidades.


Jacqueline Mecinas.- ¿Cómo ve los avances de la industria del juego online en este ámbito?

Germán Gusano Serrano.- Como en otras actividades, es inevitable la transición digital que demandan las nuevas generaciones. Desde su implantación han tenido claros sus objetivos y los han plasmado en una mayor unidad. Esta realidad siempre va a derivar en mejores radiografías de su entorno y en posibles soluciones. Su tecnología permite analizar detalladamente el perfil del cliente, detectando más fácilmente posibles conductas problemáticas o irregularidades, lo que también constituye una importante ventaja social. Continúa sufriendo las críticas y los fraudes típicos propios del canal, aunque tienen una mayor agilidad para realizar ajustes y evolucionar rápidamente.

Uno de los problemas es el enfrentamiento latente con el presencial. Parte del problema actual deriva de ahí. Sin embargo, a pesar de las diferencias, el juego privado es entendido como un todo por la comunidad. Solamente hay que leer la prensa, escuchar una conversación o los preámbulos normativos. Por tanto, el juego debe defenderse conjuntamente.

Si desmenuzamos responsabilidades internas podríamos enfrentar canales, subsectores o incluso mercados concretos entre sí. Por ejemplo, la expansión de las apuestas deportivas ha quebrado la paz social de bingos, salones o locales de hostelería, aunque al inicio mejorasen algunas cuentas de resultados. O la tormenta social desatada por la publicidad esencialmente online. Hay que ser autocríticos y reflexionar si la industria es parte importante del problema con ciertos pensamientos egoístas y cortoplacistas.


Jacqueline Mecinas.- A nivel global, ¿qué le ha llamado la atención? ¿Por qué las acciones de RSC y Juego responsable están más intrínsecas en Estados Unidos? ¿Cómo ve a Europa y a Latinoamérica?

German Gusano Serrano.- No es posible comparar las inversiones. Especialmente en EE. UU. y entornos anglosajones se financian múltiples centros de investigación públicos, privados o en fórmulas mixtas que analizan ampliamente la actividad desde diferentes prismas. Hay que tener claro que son modelos de juego distintos. En esas diferencias también existen riesgos. Algunos resultados pueden ser operativos, pero otros no. Sin embargo, al existir esa brecha de investigación, en muchas ocasiones se trasladan sin apenas adaptación. En Latinoamérica por su idiosincrasia aún existe bastante ilegalidad y problemas de seguridad jurídica, pero se ha incrementado el interés por los estudios específicos.

Sin duda, el entretenimiento está muy presente en la ciudadanía de todas las regiones. Es importante generar más investigación y usar la neurociencia, el big data o la inteligencia artificial en el ámbito educativo y preventivo. Existe una imparable gamificación con un impacto en todas esas relaciones problemáticas con el ocio, sin embargo, las adicciones siempre obedecen a carencias y desequilibrios que hay que identificar específicamente en cada entorno sociocultural, para aplicar las medidas de mejora oportunas.

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