En una reciente entrevista con la revista MuyPymes, Alejandro Landaluce analizó detalladamente las tendencias y estadísticas del juego en España. Landaluce destacó la constante evolución del sector y abordó varios aspectos, desde la participación de los españoles en diversas modalidades de juego hasta las implicaciones sociales y económicas.
Landaluce compartió datos reveladores sobre la participación en juegos de azar en España. En 2020, el 80,9% de los españoles practicaron alguna modalidad de juego, una cifra similar a la de 2013. A medida que el país superaba los desafíos de la pandemia, las cifras se recuperaron gradualmente, alcanzando el 83,9% en 2022. Estos datos reflejan una relación estable de la población española con el juego a lo largo de los años.
El representante del sector resaltó un descenso significativo en el juego ilegal, especialmente en las llamadas "timbas", que representan el 1,6% de la población de 18 a 75 años en 2022, en comparación con el 1,2 millones de personas en 2020 y 2021. Landaluce argumentó que restringir el acceso al juego regulado en locales puede provocar un aumento del juego ilegal.
Landaluce expresó su preocupación por la discriminación constante y el señalamiento hacia los usuarios de apuestas, señalando que su representación disminuyó al 2,3% en 2022. Sugirió que la presión social e institucional sobre el juego podría estar contribuyendo a esta disminución.
En cuanto al juego problemático, Landaluce subrayó que el número de personas diagnosticadas en tratamiento no excede las 8.000, representando un 0,02% de la población de 18 a 75 años. Destacó que España tiene una relación normal con el juego, y la baja prevalencia del juego problemático es coherente con los estándares internacionales.
El juego privado contribuye significativamente a las arcas públicas, aportando más de 1.700 millones de euros, superando en mil millones a la contribución del juego público. Landaluce enfatizó que esta contribución respalda empleo, con 47,000 trabajadores en el juego privado y un total de 85,000 empleos directos en la industria del juego.
Landaluce concluyó defendiendo la normalidad del juego y abogando por medidas responsables y razonables para garantizar que los ciudadanos disfruten del ocio con garantías y en libertad sin ser injustamente discriminados. El sector del juego, según Landaluce, siempre ha estado dispuesto a colaborar con todos los actores para avanzar en la protección del usuario.
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