La cúpula directiva de la Merkur Group ha sorprendido a Paul Gauselmann en su 90º cumpleaños con regalos muy especiales que realzan el entorno del Castillo Benkhausen.
Conscientes de que el castillo es una verdadera pasión para el fundador de la empresa, los líderes de los sectores Merkur y Spielbetriebe han decidido contribuir al embellecimiento y valorización del área que rodea el edificio de 500 años.
El primer regalo provino de los líderes del sector Merkur. En nombre de los aproximadamente 3.200 empleados del área, se le entregó a Paul Gauselmann un bebedero de agua de alta calidad. Jürgen Stühmeyer, miembro del consejo de ventas y tecnología, explicó durante la entrega que, “sin agua no habría vida en la Tierra. Dado que el agua es de una importancia fundamental para todos nosotros, decidimos regalar un bebedero de agua”. Gauselmann expresó su entusiasmo por el obsequio, afirmando: “Es un regalo maravilloso, me alegra mucho. Quiero agradecerles de corazón.” El bebedero, fabricado en piedra arenisca de la región de Schaumburg, se integra perfectamente en el entorno histórico del castillo. Equipado con un compartimento especial para perros, el bebedero permite que tanto personas como mascotas puedan disfrutar de una refrescante bebida, como demostró un perro salchicha que utilizó el bebedero inmediatamente después de la entrega.
El segundo regalo, un sandarium, así como una pared seca y una placa informativa, provino del sector Spielbetriebe. Siguiendo la sugerencia de su nieta Sonja, el equipo directivo decidió enriquecer el área alrededor del prado de frutas y el sendero de las abejas con estas adiciones. Dieter Kuhlmann, miembro del consejo de Spielbetriebe, explicó: “Con nuestro regalo queremos devolver un poco de espacio natural a los animales, ya que sus hábitats se están reduciendo cada vez más.” El sandarium es una zona de arena natural que sirve como nido para abejas silvestres, mientras que la pared seca proporciona refugio a pequeños animales y reptiles que dependen del calor. La placa informativa detalla el concepto detrás de estos elementos, ofreciendo a los visitantes una visión completa de su propósito. Paul Gauselmann se mostró fascinado por la idea y dedicó tiempo a leer la placa, afirmando: “Es un regalo maravilloso, me alegra mucho. Especialmente en el prado de frutas, siempre es tan tranquilo y pacífico. Muchas gracias por esta enriquecedora adición. Estas innovaciones serán muy apreciadas por los numerosos visitantes del Castillo Benkhausen.”
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