Ignacio García del Frade, Director Comercial y Country Manager para España y México en OKTO, compañía especializada en soluciones fintech para el sector del juego, aprovechó el Día del Juego Responsable para reflexionar sobre el papel de los pagos digitales en la industria del juego.
Con cinco años en OKTO promoviendo la adopción de estas tecnologías, García del Frade destaca la encrucijada en la que se encuentra la industria en España: innovar o quedarse atrás.
Según García del Frade, mientras que compañías como OKTO ofrecen soluciones que promueven la seguridad, transparencia y responsabilidad, el marco regulatorio en España avanza lentamente, poniendo al sector en desventaja frente a mercados más ágiles a nivel europeo e internacional. Los pagos digitales, argumenta, aportan control en tiempo real, tecnología segura, atractivo para nuevos públicos y eficiencia operativa, elementos clave para un juego responsable.
No obstante, enfrenta obstáculos significativos en España debido a la homologación lenta, la fragmentación autonómica y el riesgo de que operadores y jugadores opten por mercados más digitalizados. García del Frade enfatiza que la tecnología no es el enemigo del juego seguro, sino su aliado, y que sin un marco regulatorio ágil, España podría perder su ventaja competitiva.
Para superar estos retos, propone que los reguladores aceleren la homologación de pagos digitales y unifiquen criterios entre autonomías. Además, insta a los operadores a adoptar soluciones de pago digital y a educar a los usuarios sobre sus beneficios, no solo en términos de comodidad sino también de seguridad.
"La pregunta no es si podemos permitirnos avanzar, sino si podemos permitirnos seguir esperando", concluye García del Frade, haciendo un llamado a reguladores, operadores y proveedores para alinear esfuerzos y garantizar un futuro de juego responsable y competitivo en España.
"Un día como hoy, donde celebramos el día del juego responsable, me gustaría una vez más hacer una reflexión y ver dónde nos encontramos tras los 5 años que llevo en OKTO impulsando la adopción de los pagos digitales en el sector de juego presencial y online.
La industria del juego en España está en una encrucijada a este respecto: innovar o quedar atrás. Mientras compañías como OKTO ofrecen soluciones digitales que promueven seguridad, transparencia y juego responsable, el marco regulatorio español avanza a paso lento. ¿Resultado? Un sector que lucha por competir frente a mercados europeos e internacionales más ágiles e incluso a el propio sector online en desigualdad de condiciones.
¿Qué aportan los pagos digitales al sector?
Control en tiempo real: Límites de gasto, autoexclusión y monitoreo de transacciones para proteger a los jugadores.
Tecnología segura: Blockchain y protocolos KYC/AML que blindan contra fraudes y acceso de menores.
Atracción de nuevos públicos: Pagos digitales (Bizum,GooglePay)que conectan con generaciones móviles, sin sacrificar la responsabilidad.
Eficiencia operativa: Reducción de costos de efectivo y errores humanos.
¿Dónde está el problema? Una Regulación en modo 'pausa'. Mientras países como Alemania o Italia impulsan pagos digitales (criptomonedas, monederos electrónicos), España enfrenta:
Homologación lenta: Los trámites burocráticos retrasan la adopción de métodos alternativos.
Fragmentación autonómica: Cada región exige aprobaciones separadas, frenando la escalabilidad.
Riesgo de fuga: Operadores y jugadores migrarán a mercados más digitalizados si no hay avances o incluso no regulados.
No es solo tecnología: es competitividad.
¿Qué podemos hacer? En mi opinión:
Para reguladores:
Acelerar la homologación de pagos digitales con estándares europeos.
Unificar criterios entre autonomías para evitar duplicidades.
Para operadores:
Adoptar soluciones de pagos digitales: Mejoran la experiencia y cumplen con la responsabilidad social.
Educar a los usuarios: Demostrar que lo digital no es solo comodidad, sino seguridad.
Para los asociaciones del sector:
Presionar con datos: Mostrar cómo el retraso regulatorio impacta en empleo, innovación y beneficios de las compañías.
Mi reflexión: La tecnología no es el enemigo del juego seguro: es su aliado. OKTO ya demuestra en muchos países que innovación y responsabilidad coexisten, pero sin un marco regulatorio ágil, España perderá su ventaja. Digitalizar no es optativo.
La pregunta no es ¿Podemos permitirnos avanzar?", sino "¿Podemos permitirnos seguir esperando?"
Hagámoslo posible entre todos: Reguladores, operadores y proveedores deben alinearse. El futuro del juego responsable (y competitivo) depende de ello."
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