La radiografía provincial revela importantes contrastes:
Málaga volvió a encabezar la clasificación absoluta: allí se jugaron 64,2 millones de euros y se dejaron 9,9 millones en términos netos. El liderazgo malagueño se apoya en 1.019 terminales —casi uno de cada cuatro de los que existen en la comunidad— y un gasto aparente de 5,6 euros por residente.
Almería se sitúa en segundo lugar en volumen (39,3 millones) y, sobre todo, se convirtió en la provincia de mayor exposición relativa: sus habitantes pierden de media 10,3 euros al año, el doble de la media autonómica. Con solo 627 máquinas, cada terminal almeriense mueve más de 62.000 euros anuales en apuestas, uno de los registros más altos de Andalucía.
Sevilla, pese a ser la provincia más poblada, ocupa la tercera posición en dinero jugado (38,2 millones) y presenta un gasto neto de 6,6 millones, lo que se traduce en 3,3 euros por habitante. Sus 745 terminales rinden algo menos que los malagueños o almerienses.
Cádiz registra 26,7 millones apostados, 5,4 millones de gasto real y 4,3 euros per cápita, apoyados en 492 máquinas.
Granada alcanza 19,0 millones de volumen, 3,9 millones de pérdida neta y 4,2 euros por residente, con 373 terminales.
Huelva mueve 14,2 millones, genera 3,1 millones de gasto real y escala hasta 5,8 euros per cápita con 446 máquinas, cifra que la coloca entre las provincias con mayor densidad y consumo relativo.
Jaén se queda en 11,1 millones apostados, 1,8 millones de gasto real y 3,0 euros por habitante a través de 226 terminales.
Córdoba presenta el menor impacto: 10,8 millones de volumen, 1,7 millones de pérdida neta y solo 2,2 euros por residente, repartidos entre 324 máquinas.
Además de la actividad en locales físicos, el informe recoge 20,3 millones de euros registrados en apuestas “online” de ámbito autonómico, que se tradujeron en 2,3 millones de gasto real, apenas tres décimas de euro por persona. El grueso del juego en Internet y juego público —regulado por la Administración General del Estado— no entra en estas cifras.
La concentración territorial del riesgo es evidente: solo Málaga y Almería generan cerca del 42 % del gasto neto andaluz en apuestas presenciales.
La densidad de terminales también muestra marcadas diferencias. Aunque la media autonómica se sitúa en 49 máquinas por cada 100.000 habitantes, Almería y Huelva superan las 80, mientras que Sevilla y Jaén bajan de 40.
La rentabilidad por terminal también muestra contrastes: un aparato medio maneja unos 57.300 euros anuales en apuestas y 10.100 euros en gasto neto, con valores que oscilan entre 33.000 euros en Córdoba y más de 63.000 euros en Málaga.
La devolución en premios permanece estable en el entorno del 82 % del importe apostado en todas las provincias.
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