Mañana un magnate del Juego y el Ocio puede ser Presidente del mundo. Estados Unidos elige entre Donald Trump y Hillary Clinton y estamos tan desconcertados que ya no sabemos discernir quién es mejor. Trump está venciendo en los sondeos y en las encuestas en una carrera donde ha llegado tras aplastar a los demás...
Dicen por ahí con mucho humor que se presenta Donald Clinton y no dudo que en el fondo no habrá tanta diferencia. Pero, visto el panorama, Trump, el más antisistema global, el empresario triunfador, el que pondrá fin al intervencionismo USA, el que aislará a Estados Unidos, … ése me gusta. Ese al que su pueblo no juzga por sus actividades empresariales. No importa que se dedique al mundo del juego. Es un triunfador populista que entiende las bajas pasiones y las defiende. Tramp, de maneras brutales, bellas rubias en sus brazos, extrema arrogancia ,gran juicio empresarial y acción ejecutiva: un dios del negocio… del juego.
En Estados Unidos la opinión pública, la masa votante, está rendida a su carisma y viene al caso español y apelo a su honor… Yo, que entre mis tareas está rastrear lo que dicen de nosotros por ahí, asisto desconcertada y con cierto pavor al ingente volumen de noticias contra el juego privado que se prodigan. No sé si son conscientes. Pero deberían.
Cuando me llamaron para entrevistarme los del periódico
El País les advertí que no colaboraría con informaciones que dañaran la imagen de la Industria del Juego. Finalmente salió uno de los reportajes más sobrios y asépticos que se recuerdan. Tuvo un titular rimbombante pero se ciñeron a los datos y es de agradecer.
Las noticias sobre juego y los problemas que causa en la sociedad están cargadas de opinión y valoración. Tanto o más como se juzga en la prensa española y americana a la cobra Trump. Ahora sólo esperar a mañana.
Posdata. Manuel Lao sólo tiene dos años más que Donald Trump… yo le veo ganando también las elecciones si es que alguna vez se le pasara por la cabeza meterse en ese lío. Lo de Trump, también por eso, sigue siendo incomprensible.