Ando buscando casa donde aposentar a mis delicados polluelos y me preguntan a qué me dedico. El ligero respingo que percibo al decir que a la Industria del Juego me devuelve atribulada y enérgica a defender lo bien que lo hacemos y cuánto aportamos.
Si supieran cuánto trabajamos y también lo mucho que disfrutamos me envidiarían. Por cosas como el gesto de Juan Espinosa que se acercó a comer conmigo, con muchas ganas de hablar y de jugar a ser el malo. Esto es impagable... Los camareros le saludaban con extrema cortesía y amabilidad y las tres horas largas pasaron casi como si nada. Me gustaría repetir porque la intensidad de la conversación apenas me hizo darme cuenta de lo a gusto que estaba. Momentos jubilosos de confidencias. Acercamientos nobles y espontáneos que son celebrados por todos ustedes, amables lectores, con palabras de agradecimiento que me pegan al ordenador y hacen que les dé mi mejor versión.
Otras cosas buenas que pasan: Hace una semana estaba en Barcelona invitada amablemente por Albert Solá como miembro del jurado para elegir a los premiados por Europer. Les aseguro que dimos pie a un largo debate. Cada candidatura era defendida con fervor y muchos argumentos. Son muy interesantes estas puestas en común y las comidas fraternales con mis compañeros presentes: José Ignacio Ferrer, Jose Ángel Fdez. Siruela y Oscar Delgado. Europer otorga unos premios transparentes y democráticos rubricados por el “Estilo Solá”, o sea, el gusto por lo bueno y bien hecho. También estaba un compañero de Cope Radio con el que compartimos las carencias y querencias del sector. Callado, asentía quizás algo apabullado como todo el que se acerca siquiera a comprendernos.
Pdt. Recibimos muchos Comentarios a las Noticias, algunos no publicables por ofensivos, pero otros muy positivos. Uno de los últimos alaba la grandiosidad de Gaminator Scorpion de Novomatic: “Promete ser un maquinón”, dicen. Bernhard Teuchmann me corrobora que “saben de lo que hablan”. El comentario venía de Perú. Por eso además aprovecho para saludar a nuestros numerosos lectores latinoamericanos y dar las gracias por las buenas cosas que nos dicen.