A cambio de 10 millones de dólares extenderá 20 años su control sobre 6 Casinos y un Hipódromo
Una de las mayores operadoras de juego en Europa y América Latina, CODERE, continúa afianzando vínculos en el mercado americano, y lo hace en lugares puntualmente estratégicos como es el caso del país centroamericano de Panamá.
Algo que ya hizo CODERE hace tiempo y que ahora afianza a través de un sustancioso acuerdo rubricado con la Junta de Control de Juegos de Panamá (JCJ), a la que reportará diez millones de dólares como contraprestación por la extensión del contrato nada más y nada menos que por otros 20 años, en los que continuará regentando 6 Casinos aparte del afamado hipódromo Presidente Remón.
El dato relevante es que dicha Junta recaudó 86.718.292 dólares en año 2017, con lo que la aportación de CODERE es más que considerable porcentualmente. De hecho, sin ella, las cifras de mercado arrojarían una caída de 2,3 millones comparadas con el ejercicio anterior; un 2,9% menos.
Las peculiaridades del juego en Panamá residen en que las empresas concesionarias pagan mensualmente un porcentaje de sus ingresos, mientras que para los Casinos existen otros tipos de restricciones, como la de ser obligatoria su ubicación dentro de Hoteles de más de 300 habitaciones. En el último ejercicio han registrado en la nación centroamericana una merma de 1,5 millones de dólares con respecto al ejercicio inmediatamente anterior.
La situación de las slots es tan sencilla como hacer frente a una exacción del 18% de sus ingresos. Los gestores pagan 150 dólares mensuales por las máquinas tipo A (las que permiten múltiples apuestas en una sola jugada), que es la misma cifra que pagan por las de tipo C. Las máquinas tipo C están limitadas a 3 dólares por jugada en la regulación panameña.
La explicación a los rendimientos decrecientes que venimos reflejando en estas páginas es justificado por la Secretaria Ejecutiva de la Asociación Panameña de Juegos de Azar, Yelitza Amador, quién afirmó que los números rojos en la industria del juego vienen motivados por la implementación en 2014 del impuesto del 5.5% fijado por el ejecutivo panameño para otorgar un aumento en las jubilaciones de los panameños.
Acompaña a su argumentación la negativa de los bancos a abrir cuentas a empresas vinculadas al sector del juego, debido a que las entidades financieras estadounidenses, con mando en plaza, creen insuficientes los controles aplicados sobre el sector del juego allí. Indudablemente detrás está la cruzada iniciada contra el lavado de dinero, favorecida por la presunta opacidad del fisco panameño.
Sea como fuere, a partir de ahora Panamá es territorio CODERE.
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