La Agencia Tributaria ingresó entre enero y marzo más de 6 millones de euros en la ciudad, seis veces más que a lo largo de todo el ejercicio pasado, tal y como publica El Faro de Ceuta.
La radicación de empresas dedicadas al sector del juego en línea en Ceuta empieza a mostrar números que acreditan su pujanza. Entre enero y marzo de este año la Agencia Tributaria ha recaudado casi 6 millones de euros en concepto de tasa del juego, seis veces más que a lo largo de todo el ejercicio pasado, y multiplica por cinco los datos de Melilla, que gracias al ventajoso marco fiscal creado para las dos ciudades autónomas logró captar a una de las grandes compañías nacionales, Codere.
De acuerdo con las cifras facilitadas por la Administración General del Estado a El Faro, durante el primer trimestre de este año en Ceuta la Hacienda pública ingresó 6,07 millones de euros por 1,3 en la ciudad hermana.
Durante el mismo periodo, en el conjunto de España se recaudaron 23,07 millones de euros, mientras que en el primer trimestre de 2020 se habían ingresado 22,1.
Entre enero y marzo del año pasado en la ciudad únicamente se habían recaudado algo más de 200.000 euros y 185.000 en Melilla, cantidades muy similares a las de 2019.
Requisitos de radicación “real” en la ciudad
La Dirección General de Tributos ha establecido que tres son los requisitos que, al margen de tener en Ceuta su residencia fiscal, deben cumplir las empresas para considerarse realmente “radicadas” en la ciudad y beneficiarse de la bonificación en el 50% del Impuesto sobre el Juego: que más de la mitad de su plantilla esté adscrita a su sede local y tengan en Ceuta su residencia habitual; que más del 50% de su masa salarial corresponda a esos trabajadores (para evitar localizar solamente a los peor retribuidos); y que el conjunto de servicios recibidos por la operadora de otras empresas del grupo no supere idéntico porcentaje.
En las ciudades autónomas se tributa un 10% de los ingresos netos
En la legislación hasta entonces en vigor se fijaban dos tipos de gravamen: uno para los ingresos brutos y otros para los netos (restando los premios). El juego online podía tributar al 15% en el primer caso o al 25%, en el segundo. La modificación introducida por Montoro simplificó el sistema y fijó una única tributación para las operadoras del 20% sobre los ingresos netos (dinero jugado menos premios entregados), la mitad en Ceuta y Melilla, ya que las operadoras “con residencia fiscal en sus territorios y realmente radicadas” en ambas deben pagar sólo un 10% sobre los ingresos netos.
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