La operación se estructura en dos tramos. En primer lugar, la oferta de suscripción lanzará 26.666.667 nuevas acciones (16 % del capital), con las que se espera captar 400 millones de euros. A continuación, la oferta de venta habilitará 3.551.963 títulos para directivos y empleados, con un valor de 53 millones, que representarán un 4% del capital tras el estreno bursátil.
Para garantizar estabilidad y flexibilidad al proceso, Cirsa ha incluido una cláusula de sobreasignación que permite ampliar la colocación hasta 4.532.817 acciones (un 15 % adicional). Además, la compañía concederá una opción de compra a Morgan Stanley en calidad de agente estabilizador, en nombre de las entidades aseguradoras, para adquirir hasta 4,5 millones de acciones mediante dicha cláusula. De esta forma, la operación puede acabar teniendo un tamaño de 521 millones de euros, es decir, un 20,6 % del capital, lo que refuerza la liquidez de las acciones desde el primer día.
Un elemento destacado de esta salida es el alineamiento de los equipos directivos con el éxito en Bolsa. Tras el debut, directivos y empleados de Cirsa ostentarán participaciones valoradas en 91 millones de euros, garantizando su participación activa en el crecimiento a largo plazo de la empresa.
Por su parte, el principal accionista, el fondo Blackstone, anticipó su retribución antes de la OPV. Según el folleto aprobado por la CNMV, se distribuyeron 243 millones de euros en dividendos —un payout del 161% sobre el beneficio neto ajustado de 143 millones en 2024—, reflejo de la solidez de los resultados previos a la cotización.
Asimismo, se ha diseñado un plan de incentivos en acciones valorado en 90 millones de euros para consejeros y altos ejecutivos, entre los que destaca Joaquim Agut, presidente de Cirsa.
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