El Gobierno de Castilla-La Mancha asegura la continuidad legal del juego de Las Caras en Calzada de Calatrava con un cambio significativo en la legislación

Ante posibles obstáculos legales surgidos debido a la singularidad de Las Caras, el Gobierno ha decidido eximir este evento de ciertas tasas relacionadas con el juego, asegurando así su viabilidad legal y su arraigo en la cultura local. Este cambio subraya el compromiso del Gobierno con la protección y promoción de las tradiciones regionales, reconociendo la importancia cultural y turística de Las Caras tanto a nivel regional como nacional.

Este cambio en la legislación refleja el reconocimiento por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha de la relevancia histórica y cultural del juego de Las Caras, así como su compromiso continuo con el desarrollo y la preservación de las tradiciones locales.

El Juego de las Caras es una celebración única que forma parte de la Semana Santa Calatrava, siendo especialmente destacada en Calzada de Calatrava. Esta tradición, arraigada en los pueblos desde tiempos de la Reconquista por la Orden de Calatrava, tiene su origen en el sorteo de la túnica de Cristo, donde los soldados romanos jugaban por ella al pie de la Cruz.

La ceremonia comienza con los subastadores trazando un círculo en el suelo. Los participantes se dividen en "puntos" (los apostadores) y "banca" (los encargados de manejar el dinero). Cada jugador deposita una cantidad de dinero en el círculo, igualada por la banca. Dos monedas, generalmente de cobre y de diez céntimos acuñadas en el reinado de Alfonso XIII, son lanzadas al aire por el subastador. Estas monedas son conocidas como "piezas".

Si ambas monedas caen en cruz, el jugador gana. Si ambas caen en cara, la banca gana. Si una cae en cara y la otra en cruz, se repite el lanzamiento.

Esta fiesta, declarada de interés turístico regional, se celebra principalmente el Viernes Santo, atrayendo a miles de personas cada año.